miércoles, 31 de diciembre de 2008

Viaje al fin del mundo; de Henning Mankell

"Ya estaba de camino. Por fin estaba de camino.Lejos.[...] Hacia el fin del mundo.
Que a la vez existía y no existía
"


SINOPSIS
Joel, que vive con su padre en un pueblo perdido del norte de Suecia, sueña con inmensos océanos y lejanos países para encontrar, durante los duros y fríos inviernos, experiencias que lo inicien en la vida y lo fortalezcan para afrontar su propio destino. Aunque son muchas las preguntas que Joel se hace, son pocas las respuestas que obtiene: en la soledad, la única arma es la imaginación. Por eso su sueño más importante es ese en el que, por las noches, busca a un perro que va camino de una estrella. Con este argumento, Mankell construyó en El perro que corría hacia una estrella, uno de sus personajes más entrañables, al que recuperaría en otras tres novelas. En Las sombras crecen al atardecer, Joel sale ileso de un accidente y decide hacer una buena acción, mientras que en El niño que dormía con nieve en la cama, tercera aventura de Joel ya cumplidos los trece años, experimentará el cosquilleo del amor. Viaje al fin del mundo es la cuarta y última novela de la historia de Joel, en la que, por fin, el muchacho abandonará su pueblo para emprender un viaje que le conducirá hasta su madre.

Un libro tierno, inolvidable. Un final perfecto en cuanto a combinación de sensaciones. Tal vez un tanto infantil o intrascendente al principio, pero sin dejar nunca de entretener.

Para mí, ha sido de esa clase de libros de los que cuesta despedirse.



Un Mundo sin fin; de Ken Follet

"En algún lugar una pareja hacía eso que hacen los padres pero de lo que nunca hablaban, eso que Gwenda llamaba "gruñir" porque no sabía con qué otra palabra describirlo."



SINOPSIS

Dieciséis años después de la publicación de Los pilares de la Tierra, Ken Follet vuelve al fascinante mundo de Kingsbridge para presentar a sus lectores una magnífica saga épica marcada por el amor, la guerra y la peste.

Los pilares de la Tierra narra los acontecimientos de la ciudad inglesa de Kingsbridge entre 1135 y 1174. Con Un mundo sin fin regresamos a Kingsbridge, pero 153 años después. 

El primer día de noviembre de 1327 cuatro niños escapan de la catedral de Kingsbridge para jugar en un bosque prohibido. Son, Gwenda, hija de un ladrón, Caris, una niña excepcional que quiere ser doctora y los hermanos Merthin y Ralph, el primero un genio con la cabeza llena de inventos y el segundo un tirano, cruel y vengativo. Allí en el bosque serán testigos de una pelea entre un caballero y dos soldados. Los soldados mueren y el caballero entierra un documento antes de ingresar en el monasterio de Kingsbridge para convertirse en monje el resto de su vida. El contenido de este documento secreto jugará un papel importante en varios momentos de la novela. Como adultos las vidas de estos cuatro niños se verán entrelazadas por la ambición, el amor, el odio y la venganza. Vivirán momentos de gran prosperidad y también de hambruna; años de guerra y años de peste. Caris, es la hija de un mercader de lana. De pequeña quería ser doctora, profesión prohibida a las mujeres en la Edad Media. Sin embargo, Caris no acepta ni esta ni ninguna otra prohibición. Estudia con una curandera y mantiene constantes enfrentamientos con la iglesia. Su lucha por la independencia y su determinación a no someterse a ningún hombre pone constantemente en conflicto su amor por Merthin. Merthin, por su lado, comienza como aprendiz de carpintero y su gran talento le convierte en el mejor arquitecto de Kingsbridge. No acepta las restricciones y limitaciones de los que mandan en la ciudad. Cuando ve que no puede casarse con Caris ni realizar sus proyectos soñados decide viajar a Italia. Ralph, hermano de Jack, tiene un carácter violento, cruel y vengativo.

No merece la pena malgastar palabras en describirlo. Toda palabra se queda corta. Intentar expresar su perfección es tarea imposible.

Sólo hay una cosa que se puede hacer bien respecto a este libro: leerlo.