sábado, 28 de febrero de 2015

Recordatorio de emergencia

Hazle caso: él sabe lo que te conviene, sabe mucho de eso que llaman vida, pues la tiene dentro de él y te la regala a cada segundo. La envía a tus dedos y, sin que tú lo notes, te recorre brazos y piernas; la lanza también hacia arriba, pétalos de rosa al cielo, sangre al cerebro.

Si desde ahí no lo ves, tan cerca como estás, aléjate. Un poco más. Si lo consigues, observa bien. Deberías divisar, entero y pequeño, tu propio trozo de tiempo. Quizá esté rodeado de los trozos de tiempo de más gente. A lo mejor algunos trozos se ven cruzados. Todos forman un camino más o menos largo e intrincado. Date cuenta, sobre todo, de lo pequeños que son y de lo bonito que sería llenarlos de sensaciones (unas hermosas, otras tristes). ¿No resultaría aburrido dejarlos vacíos?

Eso de lo que te arrepientes, ahora o quizá más tarde, lo has hecho guiado por él, por ese que bate y bate dentro de ti. Y sabes que él lo único que hace todo el rato es no parar de vivir. Su único movimiento, latir y latir, es para eso y para nada más. Así que los impulsos que él te da, ya sea a susurros o a gritos, y que tú sigues después, no pueden ser destinados a otro propósito sino a ese. Y, si se sucumbe a un empujón con tan noble fin, luego no cabe la posibilidad de avergonzarse. Ni aunque uno termine sufriendo por su causa.

Un impulso alegre, una caída al abismo, porque todo lo que sube baja y sin subir no hay bajar y sin bajar no hay subir. Y esas son las cosas que llenan tu trozo de tiempo y hacen que merezca la pena tenerlo.


12 comentarios:

  1. Pues llevo un rato aquí, en esta reflexión que nos has dejado. Dándole vueltas. Me ha gustado mucho lo que has escrito. Estoy de acuerdo, no hay que avergonzarse por nada, aunque luego sufras. Sentir no es malo ¿verdad?.

    Un abrazo

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    1. Hola Ana, qué bien recibir tu visita. Gracias por tus palabras.
      A mí me pasa a menudo que me da miedo hacer cosas, y entonces tengo que hacerlas sin pensar (como si me tirara de repente a una piscina) porque si no, no me atrevo a dar el paso. También me ayuda creer que son esas cosas las que dan sentido a la vida y la hacen emocionante, salgan bien o salgan mal. Así que hay que seguir esos impulsos que tenemos sin darle muchas vueltas, siempre y cuando, claro está, sean impulsos con buenas intenciones.
      Sentir no es malo, es para lo que estamos aquí. =)
      Un abrazo para ti.

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  2. !me gusta tu blog,aver si te parece que nos sigamos por gfc???saludos!!

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  3. ¿A lo hecho, pecho? Es lo que hay. Buena reflexión. Besos.

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    1. Qué buen resumen, Marisa jeje A lo hecho, pecho, pero sobre todo, hay que atreverse a hacerlo. Gracias; un beso!

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  4. Yo a veces le doy muchas vueltas a un mismo tema y al final consigo sacarle pegas. Aunque más bien habría que llamarlo excusas, pues parece que mi miedo a lo nuevo me obliga a crear excusas para echarme atrás. Sin embargo, hago como tú has dicho en el texto, dejarme guiar por lo que dice el corazón. Me cuesta, pero sé que es lo mejor.
    Porque es verdad, ya sea triste o alegre, todo vale la pena, porque de todo se aprende.

    Me encanta como te has expresado, me he identificado completamente. Un beso enorme!!

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    1. Gracias Teresa! Yo muchas veces tengo miedo de hacer algo y sé que tengo que hacerlo (que si no lo hago me arrepentiré); entonces le doy varias vueltas hasta que termino dando el salto (casi como cuando tengo que tirarme a una piscina de agua fría). Cuando doy el salto ya no hay vuelta atrás, y llega la intranquilidad de pensar si el resultado será bueno o malo, pero al fin y al cabo, esa intriga da emoción a la vida. Un besazo =)

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  5. Me ha gustado mucho. Viviríamos mejor si no viviéramos con miedo, cada uno es como es y deberíamos recordarnos cada día que no tenemos porqué avergonzarnos por nada. Porque...¿quién dice lo que es normal o no para que nos avergoncemos cuando hacemos algo?
    Un beso!

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    1. Has dado en la clave: ¿qué hay de malo en atreverse a ser uno mismo? ¿en vivir la vida cómo te apetece? (siempre y cuando respetes la de los demás, claro) Qué aburrido sería todo si tuviéramos que reprimir cada uno de los impulsos que nos hacen felices. Y si a los demás no les gusta allá ellos. Nosotros estaríamos viviendo, que es para lo que estamos aquí. Y para escuchar las buenas palabras y pasar de las malas. Gracias y un beso!

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  6. Nos liamos la manta a la cabeza para vivir en mayúsculas?
    Me ha encantado
    Besos

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    1. ¡Vale! Uy, ahora no me atrevo... jeje
      Gracias, Mientrasleo.
      Un beso!

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  7. Mi pequeño trozo de tiempo... me gusta :-) Estos textos te hacen pensar y ver el mundo de otra forma, verdad?
    Un besote reflexivo.

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