jueves, 19 de mayo de 2011

Tormenta de espadas; de George R. R. Martin

"«Vuelvo a Casa», se dijo. Si era así, ¿por qué se sentía tan vacío? Cabalgó hasta el amanecer, mientras las estrellas lo vigilaban como ojos."


"Soy la espada en la oscuridad [...]. Soy el vigilante del Muro. Soy el fuego que despierta a los durmientes, el escudo que defiende los reinos de los hombres."
SINOPSIS

Las huestes de los fugaces reyes de Poniente, descompuestas en hordas, asolan y esquilman una tierra castigada por la guerra e indefensa ante un invierno que se anuncia inusitadamente crudo. Las alianzas nacen y se desvanecen como volutas de humo bajo el viento helado del Norte. Ajena a las intrigas palaciegas, e ignorante del auténtico peligro en ciernes, la Guardia de la Noche se ve desbordada por los salvajes. Y al otro lado del mundo, Daenerys Targaryen intenta reclutar en las Ciudades Libres un ejército con el que desembarcar en su tierra.
Martin hace que lo imposible parezca sencillo. Tormenta de espadas confirma Canción de Hielo y Fuego como un hito de la fantasía épica. Brutal y poética, conmovedora y cruel, la magia de Martin, como la del mundo de Poniente, necesita apenas una pincelada para cautivar al lector, hacerlo reír y llorar, y conseguir que el asombro ceda paso a la más profunda admiración por la serie.
Desde siempre, cuando me han preguntado ¿cuál es tu libro favorito?, no he sabido qué responder. Nunca he sabido elegir el mejor de entre todos los que he leído a lo largo de mi vida (que han sido bastantes). Siempre he pensado que cada uno tiene sus cosas mejores y sus cosas peores. Unos están mejor escritos, otros tienen una trama más elaborada, algunos te hacen sentir más que otros... No sé si me aventuro demasiado al decir lo que estoy a punto de afirmar, y que supongo que os estaréis imaginando. Sí, iba a decir que, si ahora me formularan esa misma pregunta, escogería Tormenta de Espadas. ¿Que si estoy segura? En absoluto. Pero no es culpa de que dude de este libro del que pretendía hablaros, sino de que no me gusta hacer una afirmación tan definitiva. Como si no pudiera existir otro libro mejor. Como si me cerrara las puertas a encontrar otro tan o más perfecto que este. Como si el propio George R. R. Martin no pudiera superarse a sí mismo. Y es evidente que sí puede, porque lo lleva haciendo a lo largo de toda esta saga, al menos hasta el presente tomo (o "los presentes" tomos, ya que son dos los que componen esta tercera parte).


Pero continúo. Ya veis por el anterior párrafo que Tormenta de Espadas merece la pena. Expresar lo que me ha hecho vivir ese libro, sin embargo, es complicado. Diría lo típico: no podía parar de leerlo, no podía parar de pensar en él, desayunaba con él, viajaba con él... Si el anterior, Choque de Reyes, era maravilloso, este... este es indescriptible. Bueno, realmente sí que hay alguien que puede describirlo, y que lo ha hecho, y por eso voy a usar su descripción, porque es exactamente (o casi) lo que sentí con Tormenta de Espadas.



"Coged el  libro  y  encerraos en un  lugar cómodo y silencioso. O  llevaos el  libro a cualquier parte y  leed  hasta  en  el  metro.  Disfrutadlo  como  si  se  tratase  de  un  amor  de  verano.  Dulce, apasionado, efímero, como todo lo bueno. Sabéis que se va a acabar, y eso os angustia, incluso os aterroriza, pero  también sabéis que dentro de un  tiempo volveréis, por muy largo que sea el invierno. Promete ser muy, muy largo. Y después, cuando este libro se acabe,  que  no  cunda  el  pánico:  pronto  danzaremos  con  los  dragones  a  la  luz  de  la luna..."
Alex de la Iglesia, presentación de Festín de Cuervos.

Aunque esto no se refiera concretamente a Tormenta de Espadas, se puede aplicar a cualquier libro de Martin sin problemas, y en mi caso especialmente al que nos ocupa. Porque me aterrorizaba acabarlo, pero al mismo tiempo lo deseaba, deseaba saber todo lo que les esperaba a los personajes, a esa infinita procesión de ellos que el autor hace desfilar ante nuestra imaginación. Eso es otro de los aspectos que lo hacen tan maravilloso: sus personajes y sus paisajes. Tantos personajes y paisajes casi como los que existen en el mundo real. Imaginarlos, idearlos, tiene, evidentemente, un gran mérito. Ni el mismo lector es muchas veces capaz de abarcarlo todo, así que imaginaos lo que debe suponer construir ese gigantesco puzle. Y si no lo imagináis, no importa: ¡el autor nos lo recuerda al principio de cada libro!

Ahora paso a concretar un poco más, primero sin spoilers. He bautizado esta tercera parte,así coloquialmente, como "el libro de las parejitas". Si antes no había apenas bodas o noviazgos, aquí los hay a puñados. Bodas o noviazgos de todo tipo. A tener en cuenta que en un mundo como el de Poniente no todas las parejitas se deben al amor... lo cual puede dar resultados... digamos, por no dar muchas pistas... inesperados. De hecho, casi todo es inesperado. Si uno se propone predecir el desenlace de cualquier trama menor, de cualquier acontecimiento, casi seguro que fallará. Todo acaba de la  forma menos imaginable. ¡Al menos bajo mi punto de vista y mi capacidad imaginativa, claro! Y engancha. Vaya que si engancha. A su lado, incluso Juego de Tronos es un "juguetito". Y parecía imposible... Me atrevería a decir que es el que menos "relleno" tiene de los tres que llevo hasta ahora. La trama es más espesa y llena de giros argumentales que los anteriores. 


UN VIAJE A TRAVÉS DE LOS PERSONAJES
A partir de aquí tened cuidado quienes no hayáis leído aún Choque de reyes...


En cuanto a personajes, encontramos a Tyrion, que sigue en su papel, aunque un poco más deforme y feo si cabe que antes. Pobrecillo... Empieza a dar pena de verdad, y nos damos cuenta de que su corazón ha encontrado la forma de hacerse grande en su pequeño cuerpo.
Aparece también Jaime, que como ya esperaba por los comentarios diversos que había leído, encuentra la forma abrirse paso hasta nuestros corazones, haciéndonos incluso perdonarle (solo un poquito) la calamidad que hizo en el primer libro. Al fin y al cabo, todo era por amor... Brienne, aunque no tenga capítulo propio, sí que tomará cierto protagonismo al lado de nuestro ser caballero de dorado cabello. La moza y el Matarreyes...
Robb y su mamá Catelyn siguen haciendo lo que pueden por conquistar nuevas tierras, pero se dejan Invernalia por el camino...
Y Bran continúa su aventura en busca del cuervo de tres ojos con sus amigos Meera y Jojen.
¿Qué hay de nuestros amigos Arya y Jon? Ambos cobran bastante importancia en esta parte de la historia, son de los que más aparecen, y ambos vivirán aventuras de lo más curiosas. Jon, infiltrado entre los salvajes más allá del Muro, y Arya... la pobre Arya no hace más que dar vueltas... A veces, irremediablemente, recuerda a una pelota de tenis.
Aparece Samwell como nuevo personaje, y a través de sus ojos vemos lo que ocurre con la Guardia de la Noche y con otras cosas, y además una cierta evolución de su personalidad.
Y Davos, que intentará guiar al recto y justo rey Stannis por el buen camino, aunque el buen camino esté un poco difuminado y confuso por culpa de Melissandre.
¡Estaba a punto de olvidar a Dany! Si la trama de este personaje en el libro anterior dejó bastante que desear en mi opinión, en este recobra cierta fuerza e importancia, y vemos como la heredera Targaryen empieza a comportarse poco a poco como la reina que es. Hay una evolución psicológica interesante en este personaje...
¿Qué más? Pareciera que los personajes nunca se acaban, y aún queda Sansa. He disfrutado un montón leyendo sus capítulos, más interesantes si cabe a medida que la cosa avanzaba... La recuerdo aún en Juego de Tronos, tan inocente, con lo mal que me cayó desde el principio. Y la "contemplo" ahora, sometida y resignada, dándose cuenta cada vez más de que el mundo es más cruel que en las canciones.
Y ya está, ¡creo que no me dejo ninguno!


No sé vosotros (los que lo habéis leído), pero yo he sacado una conclusión muy importante de este libro: "Tanto el Señor de la Luz como los lobos huargo siempre llevan la razón". Hasta ahora, ellos han sido la única forma que he tenido de predecir algo de la trama...


ESCENAS INOLVIDABLES
Y por último, impresiones de escenas concretas de la historia, SPOILERS para quién no haya leído Tormenta de Espadas


Los que hayáis llegado ha leer hasta aquí, intuyo que por tanto habréis leído el libro que nos ocupa. Si no es así, o bien es que no tenéis pensado leerlo ni por asomo, o bien es que queréis perderos toda la experiencia que supone el leer el libro de principio a fin y ordenadamente. En el primer caso (y en el segundo), pensad muy bien lo que estáis haciendo. Esto es un paso importante en vuestras vidas. 


Hace unos días que terminé de leerlo y es posible que se me olviden partes importantes que me hicieron vibrar, pero existe una que jamás podrá ser olvidada. Una escena inolvidable literalmente, para mi y seguramente para todos los lectores: la boda roja. He oído comentarios dispares acerca de las reacciones de la gente al leer ese capítulo, no muchos porque todavía no me atrevo a entrometerme mucho en los foros hasta terminar de leer todo lo publicado, pero sí lo suficiente como para darme cuenta de que mi reacción no fue exagerada. Y eso que no recuerdo otra ocasión en que un libro me hiciera llorar tanto (al tiempo que gritar cosas como "no puede ser, no, no, no, no, estúpidos..." y varios insultos por el estilo, y no sé si alguno más fuerte). El caso es que no sabía muy bien a quién insultaba... Pues bien, al parecer, y si no lo dicen solo por exagerar, hay gente que ha llegado a romper cosas tras leer esa escena...


Un capítulo con el que disfruté muchísimo fue con el de la boda de Sansa y Tyrion. Lo leí de principio a fin sin despegar la mirada. Era de noche y tenía sueño, pero ese capítulo me lo quitó, y me puso alerta y con los ojos como platos. No me podía creer lo que leía, me parecía surrealista y al mismo tiempo malvadamente delicioso. Pobre Sansa, sí, pero... hacen una pareja tan rara. ¡Son los dos últimos personajes a los que uno esperaría ver casados! Y aún conservo la esperanza de que lleguen a quererse (si se reencuentran, claro). Aunque también conservo aún la esperanza de que si el Perro está vivo tenga algún tipo de romanticismo con Sansa... Pero, volviendo a Tyrion, me da mucha mucha pena de lo bueno que es... cuando se propone respetar a Sansa muy a su pesar, y a pesar también de lo que ella lo ha humillado en su boda al no querer agacharse para que él le pusiera la capa... 


Sí, tengo debilidad por los personajes desgraciados, y entre ellos se hallan, esta vez, Tyrion, el Perro y Jaime... Espero grandes cosas de ellos, así como de Arya. Y sé que es posible, muy posible, que eche de menos  a varios en Festín de Cuervos. Aún así, estoy preparada y concienciada de ello, y deseo sumergirme en su lectura en cuanto las circunstancias me lo permitan. Está siendo difícil resistir la tentación, hasta entonces.