Cuánto tiempo encontrándome con este librito en las estanterías de las librerías, cogiéndolo, leyendo la sinopsis, sopesándolo... y finalmente comprando cualquier otro. Pero seguía ahí. Era inevitable verlo. ¡Con ese color! Y leí reseñas positivas. Y quería leerlo, pero no encontré el momento. El momento llegó con la lectura conjunta que organizaban Sileny e Ishtar en sus respectivos blogs. Ya no había excusa.
Se trata de una novelita corta, de menos de 300 páginas, estructurada en capítulos de una longitud muy apropiada si lo que os gusta es no quedaros a la mitad de uno. Está escrita de manera sencilla y bonita, un lenguaje apropiado al de Callie (diminutivo de Calpurnia), la niña protagonista que nos lo va contando todo en primera persona.
Se trata de una novelita corta, de menos de 300 páginas, estructurada en capítulos de una longitud muy apropiada si lo que os gusta es no quedaros a la mitad de uno. Está escrita de manera sencilla y bonita, un lenguaje apropiado al de Callie (diminutivo de Calpurnia), la niña protagonista que nos lo va contando todo en primera persona.
Tal vez os eche atrás si os digo que a lo largo de la novela no pasa nada más importante que el resto. No puede decirse que haya un nudo ni un desenlace. Sin embargo, excepto durante las primeras páginas, tampoco puedo decir que me haya aburrido leyéndola. Es una lectura agradable y entretenida, es fácil empatizar con Calpurnia. Y hay ocasiones en las que se hace inevitable sonreír ante sus ideas y ante las preguntas que les hace al resto de personajes, muy en especial a sus hermanos. Me quedo con eso: con la relación que Calpurnia mantiene con sus muchos hermanos, unos más mayores y otros más pequeños.
Pero si hay una pareja importante de personajes es la que conforman Calpurnia y su abuelo, ese señor que siempre está metido en su laboratorio y tan serio que da miedo acercarse a él. Un día la pequeña se ve obligada a acudir a él, y es a partir de entonces que descubre que no es tan malo como parece, y no sólo eso: también se sumerge en un mundo donde no todo son labores de costura y platos de cocina y cosas de señoritas. La Naturaleza, la Evolución, Darwin. A Calpurnia, observadora y aventurera, le fascinan los animales, y las plantas, y quiere estudiar, no ser una señorita. No se atreve a decírselo a nadie.
Pese a todo, he echado en falta algo más. El título me ha dado falsas expectativas. Pensaba ver evolucionar a Calpurnia. Quería verla de mayor, saber qué llegaría a ser en la vida, si lucharía por lo que deseaba o se dejaría vencer por las convenciones de la época. Sin embargo, la corta franja de tiempo en que se desarrolla la historia no da para mucha evolución, y el final se me ha antojado precipitado, un corte súbito.
Por lo demás, la sinopsis la resume muy bien y poco nuevo hay que decir. Una novela agradable para quien necesite una lectura tranquila. ¿Es esto a lo que llaman "lectura de verano"?
3,5