martes, 31 de julio de 2012

Los pelícanos ven el norte; de Pablo de Aguilar González

"–Me gustan los ojos verdes, los mechones de pelo que jamás permanecen donde deben. 
– ¿Olvidas tu norte? 
Bajo la mirada. 
– Me gusta sentirme seguro, excitarme sin sentir miedo… Me gusta una habitación llena de espejos y los geiseres de tequila. 
Las pupilas de Nicole se clavan en la botella que sostengo. Creo, dice, que lo estás borrando con alcohol. Esa botella te está apartando de tu camino, dice. Puede que me arrepienta de esto, pero te prometí que te ayudaría a encontrar tu norte y el tequila no lo es… Quiero que dejes ese vaso y te acerques a mí, dice. Si pretendes seguir conmigo, tendrás que dejarlo. No sé si lo que te ayuda a permanecer a mi lado soy yo o es el tequila."
SINOPSIS
Novela ganadora del III premio de novela "Qué Leer - Volkswagen"
Un albaceteño, después de pasar media vida preso de sus fobias, decide un día romper con todo y viajar a Estados Unidos en busca de su amor perdido de juventud. 
Una fábula poco convencional sobre un antihéroe en la carretera en busca del norte perdido. La narración tan original como profundamente humana de un periplo que acaba convirtiéndose en un viaje dentro de la propia historia personal del protagonista.
Comienzo, como siempre, con la asociación de acontecimientos que me guiaron a la lectura de esta novela. Esta vez la culpa la tiene el blog Entre montones de libros: tras leer la reseña y la entrevista al autor, me dije que tenía que darle una oportunidad. Así, en cuanto adquirí mi lector de ebooks, Los pelícanos ven el norte fue agregado a la lista de ebooks pendientes de lectura.

No es novela de acción trepidante, pero sí entretenida. Aunque al principio me resultó algo desconcertante, no tardé en acostumbrarme a su ritmo. Supongo que ese algo extraño que tiene se debe al estilo peculiar del autor, que enseguida se hace de notar.

La narración, en primera persona desde el punto de vista de Hércules, alterna momentos del presente y del pasado del protagonista. Salta de un tiempo a otro sin previo aviso, si quitamos un espacio en blanco o un numerito, que es como están separados los capítulos.

Si tuviera que destacar algo sería sin duda el dominio del lenguaje que demuestra el autor. Personalmente, me ha encantado su forma de combinar las palabras, de expresarse, de transmitir. Es lo que más me ha llamado la atención, eso y la capacidad de conseguir introducir los personajes al lector de forma que sin darse cuenta este se encariña con ellos irremediablemente. Son, uno por uno, entrañables (y me refiero sobre todo a los principales, aunque los secundarios también tienen su aquel).

Respecto a la prosa, tengo que mencionar un "pero": el número excesivo de puntos suspensivos. Por experiencia sé que a la hora de escribir se hace irresistible en ocasiones emplearlos, pero en el momento en que son lo suficientemente abundantes para que el lector se de cuenta de que están ahí... me da la sensación de que sobran (vaya, en vez de puntos suspensivos podría haber puesto coma, ¿veis?).

Continuando con los personajes y la empatía que transmiten, menciono un ejemplo muy claro: me descubrí sintiendo simpatía por un hombre que basaba su felicidad en el sexo y el alcohol. Y eso no es propio de mí, de verdad de la buena. Hablando más en serio, opino que la introducción de elementos del pasado o infancia de los personajes contribuye mucho a esta labor de hacerlos familiares al lector: sus travesuras y desmanes, sus juegos, sus aventuras en esa particular sociedad que es la de los niños y, sobre todo, esos motes que llegan a hacerse míticos pasados los años.

No sabría con cuál quedarme: ¿con el desdichado antihéroe Hércules, cuyas desventuras sexuales y defensas mentales frente a sus fobias me parecieron de lo más divertidas; con Judit, en su versión pequeña ballena rubia; o con la historia Chonín, ese personaje que creció ante mis ojos, pasando de indiferente a inolvidable?

Resumiendo, en Los pelícanos ven el norte no esperéis encontrar una aventura trepidante o un final sorprendente, pero sí una historia como un camino agradable, con algún obstáculo de vez en cuando que os obligue a pararos y a observar, a sonreír, a pensar. Un poco como el poema de Kaváfis que tenéis ahí abajo, a la derecha.

3,5
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**Pinchar aquí para acceder al blog del autor.

viernes, 20 de julio de 2012

Keep the streets empty for me; de Fever Ray

Os muestro esta extraña música, que me ha acompañado durante las vacaciones veraniegas de las que recientemente acabo de volver. Ya sabéis que me encantan los nuevos sonidos... 

Una canción evocadora y "salvaje"
ESCUCHAR AQUÍ

Fever Ray es un grupo que he conocido, hace poco más de dos semanas, a través de esta canción, que me cautivó cuando la escuché en un vídeo de Youtube. Os dejo que juzquéis las demás canciones del grupo por vuestra cuenta, si os apetece, pero yo de momento me quedo claramente con esta que os muestro. 

Me encanta la combinación de los instrumentos de percusión con esa cadencia peculiar de la voz, que dan al conjunto la impresión de hallarse en una danza indígena en medio de la selva o algo parecido. Eso sí, después de varias escuchas y evocaciones, el videoclip que acabo de ver me ha decepcionado. 

Y a vosotr@s, ¿qué os sugiere?

jueves, 5 de julio de 2012

Moonrise Kingdom

Nos encontramos a mitad de la década de los sesenta en la costa de Nueva Inglaterra. Una isla, un campamento de verano y un montón de niños haciendo travesuras en medio de la naturaleza. Suzy (Kara Hayward) y Sam (Jared Gilman) son dos jovencitos de doce años que acaban de despertar al amor. Sus sentimientos son tan castos y puros como el idílico paisaje en el que se encuentran. Están llenos de vitalidad y quieren vivir aventuras, disfrutar de su entorno y convertirse en exploradores. Por eso llegarán a un acuerdo para escaparse juntos y llevar a cabo todos los planes que sus padres no les permiten hacer. Su empresa cuenta con un montón de dificultades, pero ambos son astutos y sabrán resolver los problemas que encuentren por el camino para escabullirse. 
Cuando los monitores del campamento se den cuenta de la fuga de ambos, darán aviso a sus respectivos padres, de forma que toda la isla se movilizará para encontrarlos. Mientras el pueblo sufre por ellos, Suzy y Sam experimentarán emociones sorprendentes y aprenderán muchas cosas por el camino. 
En la historia de mi familia, hay una película famosa por ser aburrida; una que siempre usamos de ejemplo para expresar lo aburridas que nos parecen las demás. Decimos, "esta película es mejor que la de Life Aquatic" o "esta otra es tan aburrida como Life Aquatic" o, menos frecuentemente: "esta me ha gustado menos que la de Life Aquatic". Wes Anderson es el director del mencionado largometraje y, asombrosamente para mí, Wes Anderson es también el responsable de la maravillosa Moonrise Kingdom.

¿Que por qué, a pesar de saberlo, he ido a verla? La respuesta se resume en una sencilla ecuación: cine independiente + trailer visualmente atractivo + críticas excelentes por todas partes + amor por las rarezas. 

La primera vez que la vi fue precisamente buscando por internet las películas más extrañas que pudiera encontrar, esas que se salen de lo normal y llaman la atención de la crítica en festivales. Me topé así en filmaffinity con la fotito del cartel de Moonrise, me llamó poderosamente la atención su colorido, pulsé sobre ella el botón izquierdo del ratón, leí la sinopsis y vi el trailer. A decir verdad no me convenció mucho, pero aún así sentí curiosidad. Pensaba que ni siquiera estaba estrenada o que tendría que esperar meses (quizás incluso años) para poder satisfacer dicha curiosidad. Sin embargo, al poco tiempo me enteré de que estaba en cartelera. Poco después empecé a leer críticas buenas por todas partes, visualizar valoraciones llenas de estrellas... ¡Y encima era del mismísimo Wes Anderson, el de la película aburrida! No me la podía perder.

Procuré no hacerme muchas ilusiones, y conseguí entrar a la sala del cine con las expectativas justas. Las críticas eran buenas en general, pero también las había mediocres, y seguro que alguna mala. ¿Y si yo era de esos a los que no le gustaba? "Pura poesía", decían algunos. ¿Y si yo no sabía sentirlo así?

En una de esas críticas había leído el comienzo de la película; esa crítica lo halagaba como uno de los puntos fuertes. Decía así:
"En una de las primeras imágenes de ‘Moonrise Kingdom', un grupo de niños se reúne alrededor de un pequeño tocadiscos portátil en el que suena la ‘Guía de orquesta para jóvenes', una pieza elaborada en 1946 por el compositor británico Benjamín Britten a partir de un tema de Henry Purcell. En ella, una (educativa) voz en off va indicando con británica pomposidad la entrada de nuevos instrumentos que, poco a poco, van confiriendo a la música su dimensión orquestal."

Deconstruyendo a Wes Anderson, por Mario Santiago. Crítica completa aquí.

Después vamos conociendo a los personajes: Suzy, una enigmática joven que siempre aparece atisbando el horizonte con unos prismáticos y con maquillaje azul en los párpados, sus hermanos (los niños del tocadiscos), su padre (Bill Murray) y su madre. Suzy irradia personalidad, es una chica con carácter, solitaria, acomplejada y que se refugia en los libros. Es una delicia verla leer y dan ganas de parar la película para poder contemplar un rato las portadas de sus libros y rebobinar para poder escuchar de nuevo sus lecturas.
A continuación nos adentramos en el campamento scout (Edward Norton), con el jefe scout, los soldados scout, incluso el perrito "scout", Snoopy. Hay un scout muy especial, Sam, la otra mitad de la peculiar historia de amor.
Otros personajes son el capitán Sharp (Bruce Willis) o la señora Servicios Sociales, a la que todo el mundo llama graciosamente por este nombre.
Me gustaron especialmente los personajes masculinos, que son además los que más protagonismo adquieren. 
Pero los que más se ganan el cariño del espectador, al menos en mi caso, son claramente Sam y Suzy, el scout renegado y la chica de los prismáticos. Vemos cómo se enamoran, se dan cuenta de que ambos son seres incomprendidos, y esa afinidad les lleva a enviarse cartas y organizar una fuga que finalmente llevan a cabo. El resto de personajes emprenderán su búsqueda y pretenderán separarlos, pero ellos demostrarán poseer un amor sincero y tierno, protagonizando escenas increíbles con una mezcla de ingenio hilarante y sentimentalismo. Una de mis favoritas es cuando se adentran, inocentemente, en el mundo de las relaciones íntimas. 


Toda la acción se desarrolla en un paraje aislado al parecer del resto del mundo, con un paisaje precioso, naturaleza por todas partes, tormentas, aguaceros, truenos y relámpagos, lagos, mares, penínsulas, campos de trigo, bosques verdes, faros a rayas y coloridas casas de campo. Sin duda, la fotografía es visualmente sublime.

Lo mismo ocurre con la banda sonora, que es una delicia para los oídos. Sí, me atrevería a decir que el acompañamiento sonoro es lo mejor de todo.

Moonrise Kingdom no es una película perfecta, en absoluto. La imagen casi lo es, así como el sonido, y especialmente la combinación de ambos. De entre los personajes destacan Sam y Suzy, que protagonizan para mi gusto los mejores momentos. El transcurso del filme tiene sus altibajos, atrapando en algunos momentos por la poesía que encierra, arrancando carcajadas en otros, y también, flojeando un poco a veces.

Para terminar: es muy importante que, si vais a verla, os quedéis a los créditos. Yo me quedé porque tenía tiempo, estaban las luces apagadas y necesitaba saborear la película. Además, se veía que hasta los créditos estaban hechos con cariño. Después di las gracias mentalmente por haberme quedado, porque hay una sorpresa sonora que me dejó hipnotizada. Y estoy segura que a más de un espectador le pasó lo mismo, porque cuando encendieron las luces se respiraba un ambiente de buena película, de suspiros y de anhelo por ver un poquito más...

Lo que puedo afirmar con total seguridad es que salí de la sala con sensación de haber aprovechado el dinero pagado, y eso dice mucho, ¿no? Pocas veces salgo del cine con ese nivel de satisfacción. No es simplemente, "me ha gustado", no. Es eso y un sentimiento de que has descubierto un pequeño tesoro.



¿La habéis visto o tenéis pensado hacerlo? ¿Qué os ha parecido?

lunes, 2 de julio de 2012

Divergente; de Veronica Roth

"En algún lugar de mi interior hay una persona compasiva y bondadosa. En algún lugar hay una chica que intenta comprender por lo que pasa la gente, que acepta que las personas hacen cosas malas y que la desesperación las conduce a lugares más oscuros de lo que jamás habrían imaginado. Juro que esa chica existe y que sufre por el chico arrepentido que tengo delante.
Pero si la viera, no la reconocería.
-Aléjate de mí- digo en voz baja; me noto rígida y fría, y no estoy enfadada, no estoy dolida, no estoy nada-. No vuelvas a acercarte a mí- añado.
Nos miramos a los ojos, los suyos son oscuros y vidriosos. Yo no soy nada.
-Si lo haces, te juro por Dios que te mataré- le digo-, cobarde."
SINOPSIS
En el Chicago distópico de Beatrice Prior, la sociedad está dividida en cinco facciones, cada una de ellas dedicada a cultivar una virtud concreta: Verdad (los sinceros), Abnegación (los altruistas), Osadía (los valientes), Cordialidad (los pacíficos) y Erudición (los inteligentes). En una ceremonia anual, todos los chicos de dieciséis años deben decidir a qué facción dedicarán el resto de sus vidas. Beatrice tiene que elegir entre quedarse con su familia... y ser quien realmente es, no puede tener ambas cosas. Así que toma una decisión que sorprenderá a todo el mundo, incluida ella. Durante el competitivo proceso de iniciación posterior, Beatrice decide pasar a llamarse Tris e intenta averiguar quiénes son sus verdaderos amigos, y dónde encaja en su vida enamorarse de un chico que unas veces resulta fascinante y otras veces la exaspera. Sin embargo, Tris también tiene un secreto, un secreto que no ha contado a nadie para no poner su vida en peligro. Cuando descubre un conflicto que amenaza con desbaratar la, en apariencia, perfecta sociedad en la que vive, también averigua que su secreto podría ser la clave para salvar a los que ama o... para acabar muerta.
Desde la primera vez que leí la  sinopsis sentí mucha curiosidad por leer este libro, y por eso lo agregué a mi lista de deseos. Lo agregué a una lista mental, y por alguna razón olvidé agregarlo a mi lista de deseos de aNobii, pero aún así hubo alguien que tomó nota y me lo regaló el día del libro. "Es un libro que te gusta pero del que ni siquiera te acordarás", me dijo... Pero sí, en cuanto vi la portada lo recordé.

No estamos ante una historia original, si se me permite exceptuar la idea de un mundo dividido en facciones. Lo demás es una combinación distinta de los elementos que se encuentran con frecuencia en cualquier libro juvenil: chica se enamora de chico (o viceversa) y viven aventuras, amores, desamores, amistades y traiciones, con un trasfondo de ciencia ficción, fantástico o, en el caso que nos ocupa, distópico. Sigue unos patrones aprendidos de otros libros que han gustado al público, y consigue su objetivo, que es entretener y enganchar al lector.

Se me hace inevitable compararlo con los Juegos del Hambre. Encontramos un Chicago distópico en el lugar de Panem, la Ceremonia de Elección en el lugar de la Fiesta de la Cosecha, a Beatrice en el lugar de Katniss, y a las pruebas de actitud en sustitución de la lucha por la supervivencia en la Arena. En ambos, la protagonista tiene que competir por un objetivo, y tiene que enfrentarse a sus compañeros para ello. La consecuencia de fracasar, que en los Juegos del Hambre era la muerte, aquí consiste en quedarse sin facción (sin un lugar en la sociedad). También en ambos, hay un fondo latente de rebelión que acaba haciéndose patente.

En esta distopía, hay dos grupos de los que una persona puede sentirse parte: la familia y la facción. Una y otra se contraponen a lo largo de toda la historia. ¿Qué es más importante? Tal pregunta es el mayor problema moral ante el que se debate la protagonista. El día de su Ceremonia de Elección, Beatrice ha de escoger voluntaria y conscientemente con cuál de las facciones se siente más identificada. Lo normal sería proseguir con la tradición familiar y permanecer en Abnegación, donde ha nacido y crecido, pero, ¿qué pasa si sientes que no encajas ahí, que tus aspiraciones en la vida son otras? En la sociedad de Divergente, cambiar de facción suele suponer perder todos los lazos familiares... 

He de decir que esta división en facciones me ha parecido un tanto forzada; en su conjunto, la sociedad que ha creado Veronica Roth no ha conseguido convencerme completamente, no le he encontrado demasiada lógica, no ha logrado que me creyera del todo lo que me contaba. Esto  mejoraba a medida que leía, pero no ha terminado de desaparecer esa pizca de excepticismo. En especial ha sido en las páginas iniciales cuando me he visto más incrédula, la forma de narrar los acontecimientos se me antojaba muy artificial y la historia un poco infantil. Véase, por poner un ejemplo, la idea de que para ser Osado hay que llevar piercings y tatuajes, ¡cuanto más te agujerees y quemes la piel, más posibilidades tienes de ser uno de los líderes Osados! En fin, que no me ha convencido nada de nada la idea de osadía que se refleja... 


Beatrice tiene un carácter fuerte, es un personaje bien logrado y eso me ha gustado, pero por otra parte había escenas en que me daban unas poquitas ganas de estrangularla. Tal vez influiría que no me sentía muy identificada con ella y con su facción... Aunque después de pasar tanto tiempo acompañándola, inevitablemente se le coge "cariño".

Por lo demás, Veronica Roth tiene un estilo particular de escribir, fresco y expresivo, que me ha gustado (a excepción de ese comienzo artificial que acabo de mencionar). 


En definitiva, es un libro sin duda capaz de atrapar y entretener al lector, sin olvidar que está escrito para un público preferentemente juvenil, así que no gustará a los adultos que hayan perdido al niño adolescente interior. Los que os consideráis "adultos", ¿seguís leyendo novelas juveniles?