Al ver uno no ha de esperar encontrar acción, complicadas y apasionantes tramas e inesperadas sorpresas... Un toque de canela no es de ese tipo de películas. Yo la describiría más bien como una poesía hecha imágenes. Sí, esa es la impresión final que me ha dado. Tal vez sea un poco lenta, sin mucho contenido argumental: ese es su punto débil. Por lo demás, una sucesión de bellas escenas cuentan con poesía una historia sencilla que se desarrolla entre Grecia y Estambul, en un tono mezcla de melancolía y humor. Consigue que te de la sensación de sentir cada textura, olor y sabor. Es un torbellino de melodías exóticas, colores, aromas y metáforas. Vi la película en una sala con un ambientador que despedía un intenso olor a canela, ¡con lo cual fue más realista si cabe!
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lunes, 20 de junio de 2011
Un toque de canela
Al ver uno no ha de esperar encontrar acción, complicadas y apasionantes tramas e inesperadas sorpresas... Un toque de canela no es de ese tipo de películas. Yo la describiría más bien como una poesía hecha imágenes. Sí, esa es la impresión final que me ha dado. Tal vez sea un poco lenta, sin mucho contenido argumental: ese es su punto débil. Por lo demás, una sucesión de bellas escenas cuentan con poesía una historia sencilla que se desarrolla entre Grecia y Estambul, en un tono mezcla de melancolía y humor. Consigue que te de la sensación de sentir cada textura, olor y sabor. Es un torbellino de melodías exóticas, colores, aromas y metáforas. Vi la película en una sala con un ambientador que despedía un intenso olor a canela, ¡con lo cual fue más realista si cabe!
domingo, 19 de junio de 2011
Sauce ciego, mujer dormida; de Haruki Murakami
"Desde muy pequeño siempre fui un niño que jamás se dejaba llevar. Era como si siempre estuviera metido en una especie de marco, vivía siempre procurando no salirme de él. Ante mí había algo parecido a una línea que me indicaba el camino. Era como una autopista bien señalizada. Para dirigirse a tal dirección, póngase en el carril de la derecha. Más adelante encontrará una curva. Está prohibido adelantar, etcétera. Si seguía las indicaciones, todo iría bien. Todo. Yo seguía la línea y todos me alababan. Todos me admiraban. [...]
Jamás tuve un solo problema que pudiera calificarse como tal. Pero, sin embargo, yo era incapaz de captar el sentido de la vida. A medida que crecía, más se fortalecía esa idea vaga. ¿Qué es lo que andaba buscando? No lo sabía. Síndrome de sobresalientes. Buenas notas en matemáticas, inglés, educación física, en todo. Mis padres me elogiaban, los profesores decían que iba muy bien, pude entrar en una buena universidad. Pero yo no sabía para qué servía en realidad, qué era lo que, de verdad, quería hacer. No tenía la menor idea de qué facultad debía escoger. ¿Tenía que ir a la Facultad de Derecho? ¿A la de Ingeniería? ¿O a la de Medicina? A mí me daba igual."
Jamás tuve un solo problema que pudiera calificarse como tal. Pero, sin embargo, yo era incapaz de captar el sentido de la vida. A medida que crecía, más se fortalecía esa idea vaga. ¿Qué es lo que andaba buscando? No lo sabía. Síndrome de sobresalientes. Buenas notas en matemáticas, inglés, educación física, en todo. Mis padres me elogiaban, los profesores decían que iba muy bien, pude entrar en una buena universidad. Pero yo no sabía para qué servía en realidad, qué era lo que, de verdad, quería hacer. No tenía la menor idea de qué facultad debía escoger. ¿Tenía que ir a la Facultad de Derecho? ¿A la de Ingeniería? ¿O a la de Medicina? A mí me daba igual."
Otra vez lo mismo que me pasó con Crónica del pájaro que da cuerda al mundo. De nuevo esa maestría a la hora de relatar situaciones, de caracterizar un personaje en unas pocas palabras bien combinadas, de hacer que todo parezca tan real a la par que surreal... Y de nuevo también esos finales que aún no he podido llegar a comprender. Esa globalidad que se me escapa como un globo.
Hay partes que se hacen entretenidas, porque te hacen pensar o te plantean situaciones interesantes que no hubieras imaginado. Otras veces se lee por leer, sin llegar a ser extremadamente aburrido, pero pudiendo provocar sueño en caso de que el lector esté predispuesto a ello (después de comer es un ejemplo; otro sería la lectura de antes de dormir).
En definitiva, estoy un poco decepcionada con Murakami aunque, ya que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra, yo tropiezo tres, y probablemente dentro de no mucho acabe leyendo otro libro de éste escritor. ¿Por qué? Creedme, ni yo misma lo sé...
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