miércoles, 14 de diciembre de 2016

Ahora es el momento; de Tom Spanbauer

"Cuando el blanco y negro pasa a color. He estado toda mi vida buscando ese momento. Cuando una gran ráfaga de viento de Idaho se convierte en el Pájaro del Trueno y todo lo corriente se desmorona. En un instante estás en la mirada de otro, y, por cualquier motivo, el universo, el destino o pura suerte, de pronto todo se vuelve totalmente nítido, es magia, un alma toca a otra y existe el amor."

SINOPSIS
Pocatello, Idaho, 1967. Rigby John Klusener tiene diecisiete años y ha decidido emanciparse. Es hora de abandonar el hogar de sus padres, y de ese modo, con una flor tras la oreja y el dedo pulgar en alto, se dirige a pie por la autopista hacia San Francisco, ciudad que en sueños imagina como el mismísimo paraíso. 
Ahora es el momento es la historia de cómo Rigby John Klusener encuentra su lugar en el mundo. De cómo se va alejando de las estrictas restricciones de una familia granjera muy religiosa y de una comunidad hermética que se ha automarginado de la explosión cultural que tiene lugar en los Estados Unidos en esa década. 
Ahora es el momento ha sido elegida por la revista Publishers Weekly como una de las mejores novelas de 2006, calificándola como «literatura en la mejor tradición de las novelas de aprendizaje, con una historia sincera y luminosa. Su protagonista, Rigby John Klusener, es inocente e irónico a la vez, y el lector, que sabe más sobre Rigby que él mismo, disfruta de la deliciosa distancia que esto crea». 
«El milagro de Ahora es el momento es que nos obliga a reconsiderar todas nuestras ideas acerca de la narración, la historia y el mito... Spanbauer captura la música de la mente y del cuerpo.» The New York Times Book Review.

Ahora es el momento. Aunque mientras escribo esto se va el "ahora", me tomo la libertad de alargarlo para poder decir: ahora acabo de terminar esta lectura, después de varios meses. Ahora se ha cerrado el círculo. Ahora es el momento que más importa en la vida de Rigby John Klusener, el que ha elegido para empezar a recorrer el mundo, cosa tan necesaria para buscar lo que uno lleva dentro. Y en torno a ese, los demás momentos, formando un círculo, contemplando a Rigby John en el desierto iluminado por la luna y con una margarita en la cabeza. Algo está a punto de empezar, y algo a punto de terminar. 
"Creedme, algo que he aprendido en mis diecisiete años es que tienes que tomar pronto una decisión sobre si quieres vivir en este mundo o en el que vendrá después de este. 
Tal como yo lo veo, sabemos que tenemos este mundo, de modo que vive en él mientras estés aquí. Y el próximo supongo que ya se verá cómo van las cosas. 
No he estado siempre tan seguro. Si nunca hubiera conocido a Georgy Girl, todavía estaría meneándomela con un puño y golpeándome el pecho con el otro con un mea máxima culpa."  
No sé lo que dije de La ciudad de los cazadores tímidos, la anterior novela que leí de Spanbauer, pero si sé que, pese a resultarme difícil acabarla, me dejó claro que este escritor hacía ARTE. Por eso he regresado y regresaré a él. Y me seguiré quedando con la boca abierta al leer sus trucos de magia. ¿Cómo lo hace? Todas sus palabras parecen tan simples, las formas de unirlas tan comunes, pero... se me ocurre, de repente: ¿estará ahí el secreto? ¿En unir letras, unir palabras, pero después unir frases, unir párrafos? Da la impresión de que todo lo controla Spanbauer y juega como quiere con el lector y con sus sentimientos. Logra, siempre, que lo más asqueroso parezca bello y despierte ternura. Que ames lo que creías que ibas a odiar. 
"Joder. 
Solo su sonido expresa exactamente lo que quieres decir. 
Joder. Joder. Joder. Joder. Joder. Joder. Joder. 
Personalmente no dije “joder” durante mucho tiempo. Al principio sobre todo porque creía que era pecado, y más tarde porque lo decían todos los demás. Llegó un momento en que decir “joder” era como tener una escopeta en el soporte para armas de la ventana trasera de tu camioneta. 
Fue anoche. 
No fue hasta anoche, durante la cena, cuando caí en la cuenta de lo perfecta que es la palabra “joder”. 
“Joder” como una forma de dirigirse al mundo."
Las palabras se me quedan cortas para expresarlo. Admiración y ganas de memorizar cada frase. La luna llena, una sombra en la arena del desierto ("Siempre puedes saber cómo te sientes por el aspecto de tu sombra"), rayos y truenos, viento que agita el pelo y hace que los árboles hablen en voz baja. Pero además sexo y semen y pollas y pecado y sudor ("pedernal y gamuza en la garganta"), y alcoholismo y cigarrillos y marihuana, y violencia y represión e impotencia ("la sensación en los brazos que significa impotencia"); y sí, todo eso puede ser entrañable y hermoso. Una vez más, personajes con los que no empatizarías en la vida real son tus compañeros y hay una parte de ellos que está por dentro y que Spanbauer saca para enseñarte y resulta que eres tú.

Como decía, esta es una historia en forma de círculo de momentos. También es de las que llaman novelas de aprendizaje (la mejor que hasta ahora he tenido ocasión de leer, porque transmite de verdad lo que es "aprender" y el proceso que supone). Rigby, el protagonista y narrador, es un adolescente que vive en una granja de Idaho con su hermana mayor y unos padres muy católicos que, en ocasiones, constriñen demasiado su libertad y limitan sus experiencias. Él está acostumbrado a seguir las normas y en su infancia tiene una relación especial de apego con su madre, su querida madre de ojos de color cambiante, a la que le encanta hacer reír. A través de sucesos vitales y sus relaciones con otros personajes, entre los que cobran especial relevancia un indio alcohólico y una chica llamada Billie, va descubriendo su verdadera identidad y reparando en las posibilidades y cosas potentes que hay ahí fuera esperando a ser descubiertas. Pero no podrá hacerlo si no corta de una vez por todas la cuerda que lo ata a su familia.
"Estaba casi oscuro cuando dejó el pincel. 
¿Ya has terminado el cuadro?, pregunté. 
Por ahora, dijo ella. 
[...]
Al final del campo de alfalfa, dije. Todo lo que veo ahí es llano. ¿De dónde han salido esas montañas verdes y moradas? 
Si no hubiera estado tan cerca de ella no habría advertido su sonrisa. Cuando habló, habló del tipo de magia más grande que existe. Palabras que mi madre nunca pudo darme. 
El bosque y las montañas verdes están dentro de uno, dijo Theresa. Eso es lo que hace un artista. Viaja por el mundo buscando lo que está en su interior."
Dentro del limitado escenario de una granja y sus terrenos circundantes, así como la ciudad cercana de Pocatello, Tom Spanbauer desarrolla una trama pausada pero emocionalmente intensa, que gira sobre ella misma y a cada vuelta se detiene en puntos diferentes.  



Siento la necesidad de que todo el mundo lea a Spanbauer. Voy a intentar explicar por qué yo no puedo dejar de hacerlo. No son novelas de un ritmo trepidante, que no puedas parar de leer. Las dos que he leído me han llevado meses (si bien yo tampoco suelo ir a novela por semana). Sin embargo, en los pequeños ratos que pasas junto a lo que escribe este autor, sientes que hay un contenido en ello que mueve cosas dentro de ti y cambia el modo en que ves la realidad. Hay poesía en la oscuridad.
"He metido la mano en el bolsillo, he sacado el papel doblado, lo he hecho botar en la mano. 
¿Qué haces con algo que es tan importante para ti? Te lo comes. Te lo metes por el culo. Lo desdoblas y te lo coses al corazón."

domingo, 11 de diciembre de 2016

Presentación de "Gálora. Vientos de Tormenta"; de Lourdes T. Castillo

Hace ahora justo un mes que la escritora Lourdes T. Castillo no solo presentó su última novela "Gálora. Vientos de Tormenta", sino que nos mostró la cara nueva que les había dado al resto de ellas a través de su proyecto editorial "Portal de Mundos".

Las tres versiones de la primera parte de GÁLORA. De izquierda a derecha:
1. Autopublicación en 2012.
2. Edición en 2013 por Alberto Santos, con correcciones y mejoras.
3. Autopublicación en 2016 dentro del proyecto editorial Portal de Mundos, que incluye todas las revisiones anteriores.

Entrevistada por la escritora Alba López Paredes y con un discurso vivo, ameno y reflexivo, nos habló de gran parte de la aventura que la ha llevado hasta aquí: un sueño, el apoyo de amigos y familiares, el estudio e interés constante por todo lo relativo al mundo de la escritura y la autopublicación, el tesón, la misma Gálora...

Dejo que ella os lo cuente en este segundo vídeo que subo al canal del blog:

 
*Si no os apetece ver los 20 minutos de vídeo, he incluido debajo un glosario de los temas tratados.

sábado, 10 de diciembre de 2016

Cuéntame cosas que no me importe olvidar; de Pablo de Aguilar González

"Me detengo frente a la muñeca, una de esas que guardan otra dentro que a su vez contiene otra más. Es como nosotros: somos esto que la gente ve, aunque dentro contenemos aquel que fuimos y más dentro aún, todos los que alguna vez hemos sido."

SINOPSIS
Un grupo de parados se reúnen todos los días en el parque frente a la oficina del paro en la que se han conocido. Uno de ellos siempre invita a tabaco pero una mañana no aparece y descubren que ha sido asesinado. Susano es sospechoso de su muerte: había comido el día antes con él. Sin embargo, ese no es el único (quizá tampoco el menor) de sus problemas: también está a punto de ser desahuciado por no pagar la hipoteca, se ha enamorado de la sobrina de su exmujer, y aloja a una pareja de policías amantes en su casa. El resto de parados del parque también tienen sus propios problemas y, todos juntos, componen un conjunto de historias que Susano le va contando a su amigo, enfermo con un cáncer terminal, mientras le hace compañía. Esas historias que no le importará olvidar cuando muera.

Poco después de la publicación de Lo que está por venir, Ediciones del Serbal ha vuelto a apostar por Pablo de Aguilar incluyendo su libro Cuéntame cosas que no me importe olvidar entre los siete que inauguran la nueva colección de novela negra de la editorial, conocida como La Orilla Negra (en referencia a los autores de habla hispana, de ambas orillas del Atlántico, que la componen).

Me quedaba publicar esta entrada para presumir de tener la colección completa de opiniones sobre las novelas de este autor al que no pierdo ocasión de leer. Aunque diré que desde mi punto de vista no es de las mejores que ha escrito (yo de momento sigo defendiendo la genialidad de El istmo del reloj de arena, que me haría muy feliz ver encarnada en papel), sí que es buena forma de introducirse en la escritura de Pablo para aquellos que gusten de temáticas "menos arriesgadas" o (esto no me atrevo a decirlo muy alto) de la novela negra.

Pero, ¿qué es novela negra? ¿Puede decirse que esta lo es? No suelo verme atraída por este género, lo cual no significa que luego pueda disfrutar de él cuando me animo. Tampoco hubiera pensado que una historia de las características de Cuéntame cosas que no me importe olvidar pudiera encuadrarse en esa categoría. Ni yo ni su propio escritor, según ha referido en las múltiples presentaciones del libro.

Buscando una definición de novela negra, se encuentra que se asocia a un tipo de novela policíaca en la que el objetivo principal no es resolver un misterio, sino plasmar de forma realista ambientes violentos, sin una delimitación clara entre "buenos" y "malos" y con protagonistas "derrotados en busca de la verdad". A mí eso me sugiere que la novela negra debería entonces reflejar el lado más sórdido de la vida, las sombras que inevitablemente pueblan todo cuanto nos rodea, haciendo ver que la realidad es dura y que no todo es un camino de felicidad. Una idea triste pero quizá cierta para la mayor parte de la población mundial. Y, siendo yo alguien que tiende a ver lo que me rodea como algo benigno hasta que no se demuestre lo contrario, últimamente me he encontrado con posturas que defienden una visión llena de desesperanza respecto a la esencia de la humanidad.

Cuéntame cosas que no me importe olvidar cumple una parte importante de las premisas mencionadas. El título, inspirado por una frase de Amy Hempel cuya cita está recogida en las primeras páginas del libro, hace referencia a esto. "Cuéntame cosas que no me importe olvidar, dijo, cosas que no me cueste dejar atrás cuando me vaya." Es la petición que, al inicio de la novela, le hace Félix a Susano (el protagonista) desde una cama de hospital. Félix se está muriendo y es probablemente el personaje más feliz de todos. ¿No será que se siente dichoso de abandonar un mundo que le ha tratado mal? Quizá, tan solo tiene la conciencia más tranquila que los demás. Pero tiene todo el sentido del mundo que no quiera enterarse de nada importante. Al fin y al cabo, no podrá almacenar recuerdos por mucho tiempo. 

El argumento gira en torno a un grupo de hombres que se conocen en la oficina del paro, se reúnen a fumar en un parque cercano y establecen entre ellos conexiones más o menos amistosas. Susano es el narrador, que cuenta su propia vida pero al mismo tiempo, por una licencia narrativa, conoce cada secreto de las de los demás. El lector es testigo de su relato junto con Félix, uno de esos hombres parados, que le ha pedido el favor de acompañarlo en sus últimos días y de preparar una fiesta para su funeral. Los demás son Telmo, Nacho, Bruno y Reyes. El hecho de que al último le toque la lotería es el desencadenante de una concatenación de sucesos que desembocan en un asesinato, del que Susano es el presunto culpable. Entra en juego la policía. Unos y otros (incluidos los agentes) intentan afrontar su fracaso en la vida de modos diversos, sufren por familias que han perdido la fe en ellos, se ven empujados a involucrarse en asuntos turbios, o se enfrentan al dilema de un amor cuya depositaria es una joven de ojos azules, la inocencia en medio de la corrupción, y quizá la única parte blanca de esta novela negra.



He visto muy diluido el personalísimo estilo del autor en este libro en comparación con los anteriores, y ese es un aspecto que he echado de menos, aunque lo he notado más con la relectura. Mantiene sin embargo una buena construcción de personajes y, aunque al ser una novela corta y coral no da pie a un desarrollo profundo de los mismos, recuerdo cómo en la primera lectura seguía sus vidas atenta a cualquier cosa que les pudiera pasar, sufriendo y enamorándome con ellos, hasta llegar a un final que (al menos a mí, que a veces no soy ni quiero ser muy avispada) me pilló desprevenida y me pareció un estupendo cierre. Y es que:
"Matar en sí es un simple acto, la molla está en los motivos."
3,5