Los castigos más comunes del colegio son: que te castiguen sin ir al recreo, sin ir a gimnasia, copiando, ponerte de pie en la pared, hacer el doble de deberes, etc."
Alguna vez se me ha ocurrido la idea de mostrar por aquí mis redacciones del colegio (la última fue precisamente el año pasado, cuando utilicé una para felicitar las navidades). ¡Pero nunca se me hubiera pasado por la cabeza publicarlas en Amazon! Eso ha hecho F. Escribano, un escritor madrileño que ya está levantando ampollas en los círculos de escritores independientes.
Suelen gustarme las historias escritas desde un punto de vista infantil. Los niños son capaces de imprimir una visión muy especial a la realidad, y tan pronto la llenan de magia como la desnudan de artificios y la muestran tal como es (recordad que los niños y los borrachos siempre dicen la verdad). Por eso, cuando el autor contactó conmigo para presentarme su curioso proyecto, me invadió la curiosidad. Primero, sólo la curiosidad (porque para ser sincera no me esperaba mucho de un libro escrito por alguien de menos de diez años); pero después, cuando leí las primeras páginas, me sorprendí por todo lo que podía sacarse de la mente de un niño.
Las redacciones conservan los títulos originales, incluso los enunciados del ejercicio que motivó su escritura: Describe el paisaje que se ve desde tu ventana; Los castigos; No sabía cómo, pero de repente aparecí en...; Las vacaciones de verano; Excursión a Segovia; A qué juegas en el recreo... y así hasta más de cincuenta textos que sirven como testimonio de vida de los escolares nacidos en torno a los ochenta. No hay duda de que los profesores deberían pasarlo en bomba conociendo nuestras aventuras. ¡Seguro que por eso no hacían más que mandarnos redacciones como deberes!
La edición es preciosa, imitando, tanto por fuera como por dentro, un cuaderno escolar (al menos la que yo tengo, que es en papel). En algunas redacciones se incluyen ilustraciones realizadas por el propio autor cuando era niño, que convierten este libro en un perfecto regalo para los más nostálgicos. Con un título que recuerda a las Narraciones extraordinarias de Poe, el autor nos invita al mundo extraordinario de la imaginación.
La imaginación sólo se encuentra en estado puro en la mente de un niño, y por eso hay que recurrir a su fuente primigenia para hallarla. Es lo que yo he hecho. No he cambiado nada. Son tal como los escribí cuando era crío, con sus faltas de ortografía y todo. Y no son peores que otras que se ven por ahí.F. Escribano se defiende con estas palabras en su página web, donde además incluye "la muestra de que su libro no es basura", como aseguran algunos de sus compañeros escritores, indignados porque "ahora todo vale". Dicha muestra consiste en una lista de erratas de novelas que ha ido recolectando en su dilatada trayectoria como lector, y que amplía casi a diario. Y a la pregunta de si tiene pensado "escribir más en serio, ser un escritor de verdad", replica:
No he escrito nada más en serio que estos relatos que me salieron del corazón. Y no me hace falta escribir más para ser escritor de verdad. A Harper Lee le bastó con una única novela, ¿no?
Parece que la polémica está servida. El mundo de la literatura evoluciona, y lo hace a base de propuestas tan rompedoras como esta. Y vosotros, ¿qué opináis? Yo ya estoy pensando en sugerirle a mi madre que publique las listas de la compra. Para innovar...
ACTUALIZACIÓN: esta entrada fue publicada el 28 de diciembre de 2014 (Día de los Santos Inocentes).
ACTUALIZACIÓN: esta entrada fue publicada el 28 de diciembre de 2014 (Día de los Santos Inocentes).
3,5
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