Eh, era su primera vez. Quería asustarlo.
Aunque yo también me asusté. El niño moreno estaba dentro de su propia estrella de cinco puntas, más pequeña y adornada con runas diferentes, a un metro de la grande. Estaba más blanco que un cadáver y temblaba como una hoja agitada por un viento huracanado. La mandíbula temblorosa hacía que le castañetearan los dientes. Perlas de sudor le goteaban de la frente y al caer se convertían en hielo.Al estrellarse contra el suelo tintineaban como si se tratara de granizo."
Alguien me recomendó este libro, argumentando que era uno de sus favoritos de todos los tiempos, así que aquí me tenéis, ¡de vuelta con una novela juvenil! No ha sido como para que se convirtiera en mi favorita, pero por su originalidad y ciertas peculiaridades creo que ha merecido la pena.
El amuleto de Samarkanda, primera parte de la Trilogía de Bartimeo, contiene una historia que se divide en tres partes, cada una de las cuales está a su vez compuesta de varios capítulos. Unos están contados desde el punto de vista del diablillo (o mejor lo llamo genio, que si no se enfada) Bartimeo y otros desde el del aprendiz de hechicero Nathaniel.
Los capítulos de Bartimeo están narrados en primera persona y escritos en un tono humorístico. El texto está aderezado por numerosas notas a pie de página (que en mi ebook aparecían entre paréntesis), con la finalidad principal de dar un toque de humor adicional al relato. En éste somos testigos de la personalidad del diablillo, dotado de un ego desmesurado y de mucho sentido del humor, inclusive en las situaciones más escabrosas. Asistimos a sus continuas meteduras de pata (que no son obstáculo ni mucho menos para su gran autoestima) y somos testigos de su capacidad para enfrentarse a todo tipo de problemas (huyendo de ellos).
Por otra parte, Nathaniel es un protagonista un poco fuera de lo común, pues no es el héroe bueno y noble al que solemos estar acostumbrados. Sus capítulos, contados desde el punto de vista de un narrador omnisciente, nos dan a conocer a un joven arrogante y engreído unas veces, ambicioso otras. Pese a todo, aunque no compartamos muchas de sus opiniones, nos damos cuenta de que en el fondo no es tan malo y lo excusamos: es un niño al que queda mucho por aprender.
La acción se desarrolla en Londres, un Londres donde, como en Harry Potter, los hechiceros conviven con la gente normal. Sin embargo, la magia es muy distinta a la que aparece en los libros de Rowling. Así, los hechiceros dependen por completo de seres de otro mundo (por rango de menor a mayor: mohosos, diablillos, genios, efrits, marid...) para poder hacer magia, y basan su poder en la capacidad de invocar y "esclavizar" criaturas de mayor nivel.
En definitiva: pese a ser un libro juvenil y poco complejo en cuanto a giros argumentales, tiene como punto fuerte, a parte de la relación peculiar entre sus protagonistas, una narración original, trabajada y al mismo tiempo ingeniosa, capaz de arrancar alguna sonrisa (aunque sea escondida por dentro).
Tengo un amigo que lo pido al circulo en su momento, pero a el no le gusto demasiado y por eso no se lo pedí. Evidentemente habrá que valorarlo cada uno, así que lo vuelvo a apuntar. Besos!
ResponderEliminarPues pinta bastante bien, aunque he leído opiniones de todo tipo (eso sí, la mayoría coinciden con la tuya) =)
ResponderEliminarBesotess
No es el tipo de libros que suelo leer pero tiene buena pinta, lo único que no me convence es que sea trilogía
ResponderEliminarbesos
Huy, huy que me lías y me meto en una trilogía. Que me lo veo venir...
ResponderEliminarLa verdad que pinta estupendo y le has hecho una reseña muy buena...
Lo dicho, me has liado. Ya te contaré cuando lo compre.
Besos
Hola!
ResponderEliminarLa verdad que no había escuchado hablar de esta trilogía. Pinta bastante bien la verdad, puede que un día me anime a leerla =)
Muchos besitos!
Buenas! :)
ResponderEliminarQué recuerdos me has traído a la mente con tu reseña... lo leí cuando tenía 15 años y recuerdo que me gustó bastante, sobre todo Bartimeo y su forma de expresarse, me reía mucho con él. Pero lo que es Nathaniel... nunca me llegó a gustar. Creo que lo encontraba un poco tontaina jajaja
Besos!
Mika