viernes, 28 de junio de 2013

Quizás mañana la palabra amor...; de Jordi Sierra i Fabra

"Siempre había palabras que camuflaban la verdad.
Un manicomio era un manicomio.
Los de dentro estaban locos, y los de afuera, cuerdos.
Más o menos.
Dejó atrás la parada del autobús, no prestó atención a los taxis que pasaban cerca y la miraban esperando una señal; lo único que quería hacer era andar.
En línea recta.
Mil pasos, dos mil, tres mil.
Disponía de toda una vida para llegar a casa del abuelo.
O, al menos, de toda la vida contenida en un día, unas horas, un momento que recordaría siempre.
Los de afuera decían que ella, una de dentro, ya no estaba loca ni era un peligro para sí misma.
Benditos fueran los muy capullos.
Dora no dejó de caminar."
SINOPSIS
Dora escucha cómo las puertas del psiquiátrico se cierran tras ella. Sabe que todavía está en la cuerda floja, como le recuerdan las marcas de sus muñecas. Necesita tiempo para ella, para asimilar lo que pasó, lo que la llevó a esa situación a la que está empezando a sobrevivir. 
 Hilario sabe que todo el mundo tiene secretos. Pero los suyos pesan como una losa. Todavía no sabe si ayudando a los demás se está ayudando a sí mismo. Necesita tiempo para él, para asimilar lo que pasó, aquello que le llevó hasta Dora.
Últimamente me cuesta enfrentarme a novelas juveniles. Tenía ganas de leer algo de Jordi Sierra, un autor del cual creía haber leído más en mi infancia pero ha resultado ser que no. Debe ser entonces que lo admiro de manera inconsciente y sin saber muy bien por qué. Así que aproveché con Quizás mañana la palabra amor..., una novela finita que gané en el blog de Babel.

Al final, no ha sido para tanto ni me ha dejado excesiva huella. Lo que no quiere decir que no sea una buena historia y bien contada para lectores más jóvenes y menos exigentes. Se nota que Jordi Sierra sabe narrar, y en esta breve novela emplea una prosa sencilla, pero fresca y elegante, distribuida en capítulos cortos.

Me gustó el comienzo. El intercambio entre Dora y su psiquiatra. La despedida de su compañera de habitación. Todas estas cosas de médicos me parecen interesantes, debido a lo muy cercano que me es ese mundo. Sin embargo, el periodo de la historia que transcurre en el psiquiátrico es mínimo; la novela se centra más, pues, en el modo en que Dora enfrenta su vida y se acepta a sí misma al salir de él. 

Un narrador omnisciente nos va contando los pensamientos que embargan a Dora a medida que el mundo se despliega ante ella después de un año recluida en el sanatorio mental. Poco a poco se va reintroduciendo en lo que antes era su vida: amigas, antiguos novios, vecinos... y entonces, entre esos pensamientos se intercalan diálogosPero además ha intentado suicidarse, y lo ha hecho por una razón que también tendrá que afrontar, volver a intentar asimilar.

Y sí, en un libro que se llama Quizás mañana la palabra amor... no puede faltar ese sentimiento tan presente en la literatura; tan trillado, me atrevería a decir, en todas las novelas juveniles. La pregunta es, ¿cómo lo hace Jordi Sierra? ¿Es éste otro de esos romances típicos tópicos? A decir verdad no tengo excesiva experiencia en estas lides, pero diría que "mitad y mitad". Me explico.

La otra pieza de esta historia, cuyos pensamientos son también conocidos por ese omnisciente narrador, es HilarioPoco creíble me ha resultado el modo en que "el chico" se enamora de "la chica", pero dejémoslo ahí. En este caso, diría que Hilario es la parte ñoña (por llamarlo de alguna forma) de la pareja, mientras que Dora no se deja llevar tan fácilmente desde el principio (al fin y al cabo, aún está asentándose en su recuperada vida normal). Sin embargo, dejando de lado ese enamoramiento milagroso, Hilario es un personaje bastante digno y me ha atrapado casi más su historia que la de Dora. Él también esconde secretos del pasado, aunque sean bastante predecibles. Pero tiene una vida difícil, con un núcleo familiar desastroso (ganas dan de hacerle algo muy malo a su madre). Trabaja de voluntario haciéndose cargo del abuelo de Dora, que se está recuperando de una fractura de cadera, y será cuando esta regrese a casa cuando se produzca el encuentro entre ambos.

Quizás mañana la palabra amor... es una historia de amor no demasiado pastelosa, aunque sí algo extraña (creíble a medias), entre dos jóvenes que arrastran un pasado perturbador y que, al tiempo que descubren sus sentimientos, intentan volver a tomar las riendas de sus vidas. Recomendable para lectores jóvenes que quieran disfrutar de una historia entretenida y de las letras de este prolífico y reconocido escritor.

3,5

6 comentarios:

  1. Pues lo tendre en cuenta para algún momento entre libros más densos,yo también creo haberle leido de niña..besotes

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  2. Supongo que eso será lo más interesante, el pasado turbio de estos dos personajes y cómo se enfrentan a él, cómo les afecta para su relación.
    Feliz fin de semana, guapa :o)
    Besotes veraniegos.

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  3. Pues hace tiempo vi que podía leer el primer capítulo o un fragmento en el market de android...y pensaba habérmelo descargado, pero se me han quitado las ganas al leer tu crítica.

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  4. pues el título muy bonito :3
    pero sinceramente no me llama mucho.
    Un beso!

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  5. Este no me llama especialmente...

    Besotes

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  6. ¡Al fin! Pensaba que era la única a la que no le gustaba la forma en la que se "enamoran" los protagonistas. Sinceramente, no me convence. Dora e Hilario no son mis protagonistas favoritos, en realidad, el único que me cayó bien fue el abuelo y sentí el final un tanto predecible. Es novela para pasar el rato, pero nada más, al menos eso es lo que pienso yo. Por cierto, buena reseña.

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