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martes, 17 de febrero de 2015

Un médico rural (Pequeños relatos); de Franz Kafka

"Justo donde las calles se separan, Wese se detiene, sólo se apoya con el bastón mirando hacia la calle más alejada. Su humor del momento. El cielo nocturno lo atrae, el azul oscuro, y lo dorado. Lo observa, sin saber. Sin saber, se pasa la mano por el pelo, bajo el sombrero levantado. Allá arriba, nada se junta para mostrarle el futuro inminente. Todo permanece en su lugar, inexplorable y sin sentido. En realidad, es juicioso que Wese siga andando, pero camina hacia el cuchillo de Schmar. 
-¡Wese! -grita Schmar, alzado sobre las puntas de los pies, con el brazo en alto y el cuchillo apuntando hacia abajo-. ¡Wese! ¡Julia te espera en vano!- y Schmar lo apuñala, a la derecha del cuello, y profundamente en el vientre. Cuando se abren de una cuchillada, las ratas de agua emiten un sonido como el de Wese.
-Hecho -dice Schmar, y arroja el cuchillo, ese lastre innecesario, contra la fachada más próxima-. ¡La bendición de asesinar! ¡El alivio, la inspiración por el correr de la sangre ajena! Wese, vieja sombra nocturna, amigo, camarada de cervezas, te escurres por el oscuro suelo de la calle. ¿Por qué no eres simplemente una burbuja llena de sangre, para que me pudiera sentar sobre ti, y así desaparecerías del todo? No todo se cumple, no todos los sueños en flor han madurado, tus pesados restos reposan aquí, inaccesibles ya a todo andar."
Fragmento de Un fratricidio
SINOPSIS
Fue en el Hradschin, el Barrio del Castillo de Praga, en el número 22 de la Callejuela del Oro, donde Franz Kafka (1883-1924) escribió estos relatos, que ya se publicaron en vida del autor bajo el título de
Un médico rural.
En sus breves textos Kafka evoca una y otra vez un mundo en parte irracional y en parte impredecible, pero siempre atemorizador, del que es prácticamente imposible escapar. Una vez el falso sonar de la campanilla del médico desencadena un rosario de desgracias, otra vez aparecen nómadas extraños frente a los que incluso el Emperador es impotente. Los chacales hablantes o el casi indefinible Odralek raptan al lector hacia el surrealismo. ¿Existe alguna salida de este desasosiego? Durante la búsqueda de la Ley, el guardián de la puerta da una respuesta: "Es posible, pero no ahora".

París, Londres... parece que son ciudades populares que todo el mundo quiere visitar. Pero hace varios meses que conocí Praga, y soy incapaz de pensar en ella sin evocar su ambiente envolvente, en el que unas veces flotaba Historia y otras romanticismo. Ninguna ciudad me ha transmitido tanto como esa. Lo nuestro (lo mío por ella) es un amor platónico y en el fondo temo el reencuentro, por si se rompe el bonito recuerdo que me llevé de allí. Bueno, uno de ellos, porque yo espero que Un médico rural, con su elegante edición en tapa dura, resista muchos años. Y a hablar de él y de su autor (y un poco de la ciudad que en algún momento compartieron) me dispongo.

Monumento a Franz Kafka (Praga)

En el complejo de edificios que conforma el Pražský hrad (Castillo de Praga), hay una calle estrecha llamada Zlatá ulička (Callejón del Oro). En el número 22 de la misma fue donde Kafka escribió los relatos que componen este librito. Supongo que en aquellos años se trataba de un lugar tranquilo, lejos de la algarabía de turistas que hoy visitan las tiendas y exposiciones aposentadas en lo que entonces eran viviendas. Tampoco sé si las paredes estarían tan bien pintadas y coloridas en aquellos tiempos. Sea como fuere, el Zlatá ulička es uno de los lugares con encanto de Praga y en su momento debió de ser tranquilo, porque el escritor, cansado de los ruidos que rodeaban su vivienda, lo eligió como refugio. Y a él se trasladó durante un año, junto con su hermana, para escribir los relatos que nos ocupan

Callejón del Oro (Praga)
A la izquierda, el número 22, ocupado ahora por una diminuta librería con títulos en varios idiomas.

El nuevo abogado, Un médico rural, En la galería, Un viejo manuscrito, Ante la ley, Chacales y árabes, Una visita en la mina, El pueblo siguiente, Un mensaje imperial, La inquietud del padre de familia, Once hijos, Un fratricidio, Un sueño e Informe para una academia son los catorce relatos que lo componen. Con una extensión que va desde las pocas líneas hasta las quince páginas, todos comparten sus extraordinarias rarezas. Tiene algo atrayente su surrealismo. Yo creo que son más para dejarse llevar por las sensaciones o imágenes que sugieren, porque no cuentan con un hilo argumental muy definido.

Ilustración para Un fratricidio

Esta edición de Vitalis incluye al final unas páginas añadidas que nos sitúan en el contexto de la obra. Su lectura no se asemeja a la de una enciclopedia sino que está enfocada como la narración de la historia de un personaje. Habla de cómo llegó Kafka al Callejón del Oro, de algunas de sus relaciones con la familia, de cómo era la casa y, en general, de lo que estaba pasando en el mundo durante aquel año 1616 en el que nacieron todos estos relatos. Intercala fragmentos extraídos de las cartas que el propio Kafka escribió, durante esos meses, a su prometida, a su padre o a su hermana. Y para mí, claro, fue un placer volver a ver Praga a través de otros ojos. Y también ahondar en los relatos ya leídos. Respecto a ellos se comentan de pasada algunos detalles sobre cómo podrían interpretarse. Y se afirma algo que me dejó muy tranquila:
Quizá la enigmática criatura llamada Odralek, del relato La inquietud del padre de familia, soltaría una estrepitosa carcajada ante tales intentos de dar con una explicación, pues los relatos son como el propio Odralek: "inapresables". Por mucho que nos esforcemos en clasificarlos, no encajan en ningún molde interpretativo, porque en los pasajes decisivos la realidad textual de la narración no coincide con el contexto del mundo real.  
Muestra de las páginas anexas al final del libro

He quedado contenta de haberme acercado a un autor que parece que es imprescindible conocer, y de haberlo hecho sin demasiado esfuerzo. Algunos relatos carecían totalmente de sentido, y no me gustaban nada, pero otros tenían algo especial (aunque tampoco tuvieran sentido). He echado en falta en varias ocasiones (¿en todas?) encontrar un mensaje; a veces sentía que estaba a punto de alcanzar ese mensaje pero sólo podía rozarlo, ver su silueta borrosa sin poder llegar a observarlo con nitidez. Pero ahora sé que es normal, que son relatos "inapresables" y que solo cabe dejarse manejar por su prosa apasionada, onírica o morbosa
Mi abuelo solía decir: "La vida es asombrosamente corta. Ahora, en el recuerdo, caigo de pronto en la cuenta de que, por ejemplo, a duras penas entiendo cómo un joven puede decidirse a cabalgar hasta el pueblo más próximo sin tener miedo de que, aparte de alguna desafortunada casualidad, el tiempo que dura una vida corriente y dichosa no baste ni con mucho para hacer semejante excursión."
Relato El pueblo siguiente



De lo que no tengo dudas es de que se trata del mejor recuerdo que he elegido en unas vacaciones. Un imprescindible si os animáis a convertiros en turistas de Praga.

3,5 / 5

domingo, 28 de diciembre de 2014

Redacciones extraordinarias; de F. Escribano Lapicero

"En el colegio nos ponen castigos si hacemos las cosas mal. Que te pongan castigos es un aburrimiento porque no te dejan hacer cosas divertidas. Hay dos clases de castigos: los de casa y los del colegio. Los castigos más comunes de casa son: que te castiguen sin jugar a la videoconsola, sin ver la tele, encerrado en la habitación, etc.
Los castigos más comunes del colegio son: que te castiguen sin ir al recreo, sin ir a gimnasia, copiando, ponerte de pie en la pared, hacer el doble de deberes, etc."

SINOPSIS
La hora del recreo, las vacaciones de verano y las de Navidad, las excursiones a fábricas y museos, las visitas a ciudades, el mejor amigo, los hermanos, papá y mamá...
F. Escribano recoge las vivencias de su infancia en este "cuaderno" de redacciones que hará las delicias de todo aquel que desee evocar los recuerdos de su niñez. 

Alguna vez se me ha ocurrido la idea de mostrar por aquí mis redacciones del colegio (la última fue precisamente el año pasado, cuando utilicé una para felicitar las navidades). ¡Pero nunca se me hubiera pasado por la cabeza publicarlas en Amazon! Eso ha hecho F. Escribano, un escritor madrileño que ya está levantando ampollas en los círculos de escritores independientes.

Suelen gustarme las historias escritas desde un punto de vista infantil. Los niños son capaces de imprimir una visión muy especial a la realidad, y tan pronto la llenan de magia como la desnudan de artificios y la muestran tal como es (recordad que los niños y los borrachos siempre dicen la verdad). Por eso, cuando el autor contactó conmigo para presentarme su curioso proyecto, me invadió la curiosidad. Primero, sólo la curiosidad (porque para ser sincera no me esperaba mucho de un libro escrito por alguien de menos de diez años); pero después, cuando leí las primeras páginas, me sorprendí por todo lo que podía sacarse de la mente de un niño.

Las redacciones conservan los títulos originales, incluso los enunciados del ejercicio que motivó su escritura: Describe el paisaje que se ve desde tu ventana; Los castigos; No sabía cómo, pero de repente aparecí en...; Las vacaciones de verano; Excursión a Segovia; A qué juegas en el recreo... y así hasta más de cincuenta textos que sirven como testimonio de vida de los escolares nacidos en torno a los ochenta. No hay duda de que los profesores deberían pasarlo en bomba conociendo nuestras aventuras. ¡Seguro que por eso no hacían más que mandarnos redacciones como deberes!

La edición es preciosa, imitando, tanto por fuera como por dentro, un cuaderno escolar (al menos la que yo tengo, que es en papel). En algunas redacciones se incluyen ilustraciones realizadas por el propio autor cuando era niño, que convierten este libro en un perfecto regalo para los más nostálgicos. Con un título que recuerda a las Narraciones extraordinarias de Poe, el autor nos invita al mundo extraordinario de la imaginación.
La imaginación sólo se encuentra en estado puro en la mente de un niño, y por eso hay que recurrir a su fuente primigenia para hallarla. Es lo que yo he hecho. No he cambiado nada. Son tal como los escribí cuando era crío, con sus faltas de ortografía y todo. Y no son peores que otras que se ven por ahí.
F. Escribano se defiende con estas palabras en su página web, donde además incluye "la muestra de que su libro no es basura", como aseguran algunos de sus compañeros escritores, indignados porque "ahora todo vale". Dicha muestra consiste en una lista de erratas de novelas que ha ido recolectando en su dilatada trayectoria como lector, y que amplía casi a diario. Y a la pregunta de si tiene pensado "escribir más en serio, ser un escritor de verdad", replica:
No he escrito nada más en serio que estos relatos que me salieron del corazón. Y no me hace falta escribir más para ser escritor de verdad. A Harper Lee le bastó con una única novela, ¿no?
Parece que la polémica está servida. El mundo de la literatura evoluciona, y lo hace a base de propuestas tan rompedoras como esta. Y vosotros, ¿qué opináis? Yo ya estoy pensando en sugerirle a mi madre que publique las listas de la compra. Para innovar...

ACTUALIZACIÓN: esta entrada fue publicada el 28 de diciembre de 2014 (Día de los Santos Inocentes).

3,5
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*Pinchar aquí para acceder a Redacciones extraordinarias en Amazon.
**Pinchar aquí para acceder al blog del autor.

lunes, 14 de julio de 2014

Lágrimas de tequila; de Cita Franco

"Como cada mes me encuentro en la sala de espera del psiquiatra aguardando mi turno. Hoy llueve y me encanta. Los días grises y llorosos son mis favoritos, no sólo porque muestran la belleza más abstracta de lo cotidiano, sino porque son una manifestación de que hasta el cielo, lo grande, lo inmenso, es vulnerable. 
Me he sentado al lado de un ventanuco para poder mirar la lluvia y a la gente huir de ella. Las gotitas que resbalan por el cristal son graciosísimas. Me quedo absorta. Tras varios segundos, quizá minutos, noto pequeños tironcitos en la manga de mi camisa, ya está aquí Mariví, pienso. 
—Hola Mariví, ¿cómo estás? el mes pasado no te vi. 
—¿Qué haces? ¿A quién miras? —me pregunta, nerviosa. 
—Estoy mirando las gotitas que resbalan por el cristal —respondo con una sonrisa y señalando el descenso de una de ellas. 
—Son muy bonitas, hacen formas, mira, esta parece el rastro que deja una serpiente —me comenta, excitada. 
—Sí lo son, ¿echamos una carrera de gotitas?"


SINOPSIS
Lágrimas de tequila es un conjunto de catorce relatos donde encontraremos ternura, anhelos, vino, rosas, locura, amor, crimen, soledad, melancolía, algo de ironía y, sobre todo, mucha verdad. Aquí no hay héroes ni villanos, hay vidas y vivencias. Personajes con los que empatizarás y a los que te será fácil detestar. Como un chupito de tequila, cada historia es un pequeño trago acompañado del sabor salado de una lágrima y el amargo de las gotas de limón, que a veces la vida se empeña en echarnos a los ojos. Lágrimas de tequila plasma todo aquello que en ocasiones ha perturbado la mente de quien lo narra, haciendo que no descanse hasta plasmarlo en el papel y así resarcirse. Sin pretensiones, sin esperar nada. El mero desahogo de haberlo expulsado, cual lágrima, cual lamento, cual resaca, es más que suficiente.

Empezamos metiéndonos en la piel de la autora (Yo); leemos bajo las sombras verdes de un parque que alberga sorpresas (Observa y el vagabundo);  vivimos el cambio de aires de una madre soltera y su hijo adolescente (Como solo el vino de la mancha sabe); asistimos a la desgarradora declaración de Tamara ante el juez (Doña Tamara, prosiga); vemos pasar la película de una vida desde la perspectiva de un solitario (La derrota del ganador); descubrimos lo que hay detrás de los "chalados" (La sala de espera de colores); nos dejamos manejar por los hilos de nuestro joven jefe italiano (Elegida marioneta); nos sentamos a escuchar una vez más las historias de una anciana (Demencia rojiblanca); nos reencontramos con unas amigas y perdemos el contacto con otras (Calle Vejadores); se nos ocurre el regalo perfecto para el cumple del abuelo (Seve, Severo); nos indignamos por las injusticias de una vida de principios del siglo XX (Confianza y sacrificio); controlamos mejor las vidas ajenas que la propia (Trabajadores sociales vs vidas personales); soñamos con morir (Anhelos de un suicida); morimos por soñar para siempre con un pasado que fue mejor (Sucedió en el caserío); y paramos que nos quedamos sin aliento.

Cita Franco anunciaba a principios de año la publicación en Amazon de sus relatos, con los que decidió comenzar a caminar por el sendero de la escritura. Y yo, cuando leí Yo, ese con que da comienzo a la andadura hablando de sus vivencias con tanta gracia y con tanta magia, supe que en algún momento tenía que leer el resto. Además, no me gustan las historias con final feliz, y este título me garantizaba que degustaría unos cuantos chupitos de sabor amargo

A veces me los tomaba tan rápido, uno tras otro tras otro, que estoy segura de que estuve a punto de emborracharme. Engancha, sin lugar a dudas. Puede que unos relatos sean mejores que otros en su desarrollo o en su desenlace, pero algo que no pude pasar por alto es que todos y cada uno de ellos captaban desde el principio mi atención. Algo que atribuyo a que las situaciones a las que se enfrentan los personajes son tan cotidianas y reales que no cuesta en absoluto sufrirlas o disfrutarlas en tus propias carnes con total empatía: son todo reflejos de ti mismo, o de un amigo tuyo, o de tu abuelo o abuela, o de un conocido. Todos reflejan la cruda realidad, la más real de las realidades (parece que cuanto más duele algo, más real se siente).

La escritura de Cita, ya sea en primera o en tercera persona, es natural y sin florituras, casi familiar. En general la edición está bastante cuidada, y aunque sobre todo al final encontré alguna que otra errata, también dudo si no sería en parte por el cambio de formato algo accidentado que sufrió para que pudiera leerlo en mi e-book.

Observa y el vagabundo se parece a las anécdotas que a veces me imagino que me podrían pasar para hacer la vida más emocionante, y aunque tiene su punto de desgracia, digamos que el enfoque es más o menos optimista. 
El final de Como solo el vino de la mancha sabe fue de los que me decepcionó ligeramente. 
De Doña Tamara, prosiga, destaco la sorpresa que contiene, a la que da forma llevando cierta situación del ámbito sanitario hasta las últimas consecuencias. 
Creo que La derrota del ganador fue el que menos me gustó; es más difícil identificarse con el narrador (quizá un poco extremista) y tampoco logró sorprenderme. 
Los personajes de La sala de colores transmiten ternura y se da una acertada visión sobre los pacientes psiquiátricos. 
Elegida marioneta me cautivó porque me sentí precisamente arrastrada por un hilo invisible a través de una serie de idas y venidas laborales que no entendía del todo y no sabía dónde iban a terminar. 
Demencia rojiblanca tampoco fue de los más destacados, pero es un buen homenaje a esa enfermedad del olvido. 
Título ocurrente a parte, Calle Vejadores me mantuvo una vez más pegada a sus personajes, pese a que supiera más o menos lo que iba a ocurrir. 
Seve, Severo me gustó en sus comienzos pero me esperaba un final más sorprendente; de este me quedo con la pareja protagonista. 
Confianza, sacrificio está narrado en tres partes y cuenta muy resumidamente la vida azarosa de una joven madre viuda a partir de que acude a una oferta de trabajo en Suiza. Me hizo sentir rabia, al mismo tiempo que intentaba ponerme en el lugar de personajes con motivaciones poco defendibles. 
Trabajadores sociales vs vidas personales fue uno de los que más me atraparon; su título lo dice todo: transmite la impotencia, ante su propia vida familiar, de una mujer que disfrutaba de su trabajo ayudando a otras familias. 
Otro que no me convenció fue Anhelos de un suicida: tiene algo en común con La derrota del ganador, y es que ambos son muy narrativos y quizá caigan un poco en el moralismo. 
Sucedió en el caserío es una buena guinda para el pastel, conteniendo el que para mí ha supuesto el mejor final de todos.

He sido un poco críptica porque los relatos se disfrutan más si uno se enfrenta a ellos a ciegas. Yo siempre procuro evitar enterarme de qué van, pero he querido dar alguna pincelada por si hay algún indeciso por ahí que quiera saber con algo más de detalle lo que se puede encontrar en Lágrimas de tequila. Es decir, de todo. Sintetizando y mezclando: reivindicación social, pobreza, asesinatos, amor, ternura, olvido, dedicación, reconciliación, ruptura, arrepentimiento, perdón, nostalgia, vejez, curiosidad, descubrimientos, pasado, presente, soledad, maldad, padres, hijos, abuelos, acoso, maltrato, moralismo, política, realidad, confianza, desengaño...

3,5
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*Pinchar aquí para acceder a Lágrimas de tequila en Amazon.
**Pinchar aquí para acceder al blog de la autora.

jueves, 15 de agosto de 2013

Magia para lectores; de Kelly Link

"El padre de Jeremy es Gordon Strangle Mars. Escribe novelas sobre arañas gigantes, sanguijuelas gigantes, polillas gigantes y una vez, vale la pena recordarlo, escribió una sobre un rosal carnívoro que vive en una mansión del norte del estado de Nueva York y se enamora de una adolescente valerosa que tiene un soplo en el corazón. Arañas del tamaño de un san Bernardo persiguen los coches de los personajes por oscuras carreteras llenas de baches. Ellos se defienden de las arañas con raquetas de bádminton, cortacéspedes y fuegos artificiales. Todas las novelas de arañas son superventas."
SINOPSIS
Abre este libro y descubre cómo el mundo real se transforma en tus manos: bailarinas de claqué que roban bancos, fantasmas que viven en violonchelos o niños que se convierten en gatos y gatos que se convierten en monedas de oro. Disfruta con una mezcla perfecta de ciencia ficción y fantasía que revela la magia de nuestras vidas en un paisaje literario único.
En estas páginas encontrarás un bolso con un pueblo dentro, sofás probablemente carnívoros, un gorro que muerde..., todo ello contado con un talento deslumbrante, que convierte a Kelly Link en una cuentista carismática admirada por los lectores más exigentes. Y es que en todos estos cuentos ha escondido una verdad: son los cuentos que siempre has querido leer.
La Central es una nueva librería del centro de Madrid que abrió hace relativamente poco y, aunque no venga al caso, he de decir que por dentro es una preciosidad. De mi primera visita (¿o fue la segunda?) me llevé este libro de relatos/novelas cortas que traigo hoy. Escondía al menos dos sorpresas: su asequible precio en relación a su tamaño (lo cual, junto con título y sinopsis, me incitó a llevármelo) y la tortura que me ha supuesto terminarlo.

Ahora, su título se me antoja ladino, fabricado con palabras tentadoras para lectores incautos, prometiendo una aventura exclusivamente fabricada para ellos en la que no cabe más opción que dejarse llevar por una historia prometedora e inspiradora. ¡Título mentiroso! Siempre he creído que me gusta lo surrealista, las narraciones imaginativas e inesperadas, y este libro me ha hecho dudar de mis propios gustos.

Me estoy cebando. No significa que no haya disfrutado nada con él. Lo he hecho en algún pasaje y me he reído por dentro varias veces con las ocurrencias de la autora de tan disparatadas que son. Pero, sintiéndolo mucho (es que el libro me caía bien), eso no arregla el hecho de que, para terminarlo, haya tenido que obligarme a leer 50 páginas a diario porque estaba harta de verlo un día sí y otro también en el hueco de los libros "en curso de lectura". Eso no quita que cuando lo terminé sentí un profundo alivio por haber dejado libre ese hueco y poder rellenarlo por fin con una nueva y, a ser posible, estimulante lectura. 

Lo que ha entorpecido tanto mi avance es precisamente esa excesiva imaginación de la autora. La mayor parte del tiempo era incapaz de encarrilarme en la historia, de saber por dónde quería llevarme, y me sentía dando botes dentro de ella hasta que llegaba al final bruscamente y de mala manera. Un final que en la mayoría de los casos era un corte brusco en la historia. Todo esto son sensaciones mías. También cabe la posibilidad de que sea una taruga incapaz de encontrar los profundos mensajes que yacen detrás de ese aparente libre albedrío. Me pasa esto con una gran proporción de libros de relatos que leo. O lo mismo es que Murakami y Kelly Link no son unas buenas elecciones en lo que a este aspecto se refiere.

En fin, ha habido algunos mejores y otros peores, como en todo. Y ahora paso a resumir relato por relato. Tal vez os parezcan unos argumentos de risa. ¡Pues divertíos mientras yo sufro intentando recordarlos y narrarlos de forma inteligible!

(Sois libres de seguir leyendo o saltar hasta las conclusiones, porque va para largo. Aunque puede ser divertido: os durmáis o no, igual os dará la sensación de estar soñando.)

Magia para principiantes es el primer relato, cuyo título da nombre al libro (en realidad el título original es Magic for beginners, lo cual no se respeta en el título del libro pero sí en el del relato). No es que sea para tirar cohetes pero, después de leerlos todos, es de agradecer que al menos se puede seguir el argumento (aunque sea absurdo). Pero bueno, lo que más me divirtió fue precisamente esa absurdez. Está todo lleno de referencias a la novela y la televisión, a las historias en general sea cual sea su medio. El protagonista es Jeremy, un niño cuya actividad favorita es ver una serie de televisión llamada "La biblioteca". Cada vez que la echan, Jeremy se reúne con su familia o con sus amigos para verla. Puede que hayan visto varios capítulos repetidos. Es una serie peculiar porque no la emiten en horario fijo, sino que uno tiene que estar atento para no perdérsela (o mirar foros frikis en internet dedicados a especular al respecto). Además, sus actores no son nunca los mismos, siempre varían en cada capítulo, aunque interpreten al mismo personaje. La historia y los personajes de "La biblioteca" se mezclan con la historia de Jeremy, amigos y familia. En el lado de la literatura da juego el padre de Jeremy, que es escritor... En fin, Magia para principiantes consigue hacer que el lector alucine con la imaginación de la escritora, que se meta en un mundo que es como un sueño y que disfrute de referencias a los libros.

El bolso de las fadas tiene por protagonista a una chica llamada Zofia, cuya abuela posee un bolso enorme dentro del cual se esconde todo un mundo, con peculiares habitantes. Un bolso que da más de un quebradero de cabeza, porque si a alguien le da por meterse en él (lo cual puede llegar a ser bastante tentador), nunca se sabe cuándo regresará y si lo hará, y además el tiempo no habrá pasado igual para él. E imaginad si ese alguien es vuestra pareja... No me ha dejado tanta huella como el anterior (apenas me acordaba de qué iba).
"El bolso de las fadas es enorme y negro y como peludo. Incluso con los ojos cerrados, si lo tocas, parece negro. Tan negro como el negro puede ser; como si al tocarlo tu mano se fuera a quedar atrapada en él, como en alquitrán o en arenas movedizas negras; o como cuando estiras la mano por la noche para encender la luz, pero todo lo que sientes es la oscuridad.
Dentro viven las hadas. Sé cómo suena esto, pero es cierto."

La chica detective es, hablando en plata, un soberano aburrimiento sin sentido. Ni siquiera sé cómo deciros de qué va. Lo leí de carrerilla para acabarlo cuanto antes. Lo admito, puede que así me perdiera algo. En varios párrafos inconexos, este relato nos habla de la chica detective, lo que hace, lo que le gusta, y... etcétera. A veces, ni siquiera nos habla de la chica detective. Original, sin duda (y "original" no tiene por qué ser un piropo).
"Orígenes secretos de la chica detective
Algunas personas dicen que no existe. Alguien insinuó en una ocasión que yo era ella, pero nunca he tenido claro si hablaban en serio. Al menos yo no creo ser la chica detective. Si lo fuera, estoy seguro de que lo sabría."
El gorro del Especialista, otro en el que al menos puede intuirse cierto hilo al que aferrarse con cuidado para no perderse. Dos particulares gemelas en una mansión vigiladas por una particular niñera. Me gustó el ambiente de la historia, aunque por lo demás no se puede esperar obtener gran cosa de su lectura (aparte de imaginación, tened en cuenta que eso está en todos los relatos hasta el punto de empalagar). La casa tiene siete chimeneas que comunican todas las plantas. En un lugar de la casa hay un gorro que muerde. Y Claire, Samantha y su niñera juegan a estar Muertas (que no muertas). Una de las normas del juego es no tener miedo de nada.
"-Cuando estás Muerta -dice- no te acuestas en toda la noche.
-Cuando estás muerta -dice la canguro bruscamente-, siempre hace frío y hay mucha humedad, y tienes que ser muy, muy silenciosa o el Especialista viene a por ti.
-Esta casa está encantada -dice Claire.
-Ya lo sé -dice la canguro-. Yo vivía aquí."
El fantasma de Louise puede que sea mi favorita porque, al menos, me ha transmitido ideas sugerentes. Louise, Louise y Ana, la hija de Louise, son las principales protagonistas. Louise y Louise son muy buenas amigas aunque a veces no se sabe bien si lo que Louise siente por Louise es simple amistad. Pero Louise es muy perfecta, le encanta la música, va a conciertos y se lía con un montón de violonchelistas (los tiene hasta numerados). A su hija Ana solo le gustan las cosas verdes (por ejemplo, todo lo que come tiene que ser verde). La otra Louise un día descubre que hay un fantasma en su casa: a veces es un hombre desnudo tumbado en el techo y otras una cosa pequeña y peluda más parecida a un perro, metida en un cajón. Intenta encontrar un modo de echarlo de casa. Los violonchelistas pueden ser útiles...
"-Eso depende del fantasma. Si le caen bien, a lo mejor se marcha con uno de ellos. Ya sabes, igual se mete en uno de los violonchelos. Por lo visto mejora mucho la música y también es bueno para el fantasma. Es como los peces pequeños que viven de peces más grandes. Las rémoras. Me lo ha contado el número ocho. Dice que los instrumentos encantados no son simples instrumentos, sino que es como si tuvieran alma. El músico deja de tocar el instrumento y toca el fantasma."

Animales de piedra... ay. No tiene mal comienzo: una familia que se muda una casa nueva. En el jardín hay muchos conejos que podrían dar un poco de miedo, sobre todo cuando se quedan todos inmóviles sobre el césped, por la noche. La madre, Catherine, adquiere el hobby de pintar una y otra vez las habitaciones. Los nuevos habitantes de la casa empiezan a darse cuenta de que los objetos se están "embrujando". No sé por qué. Miran una cosa y dicen "está embrujado". Al final se hace un poco repetitivo. Conejos, objetos embrujados, paredes llenas de capas de pintura y una relación matrimonial extraña.
"Fuera, en el jardín, los conejos estaban completamente inmóviles. De vez en cuando daban un salto, media vuelta en el aire, volvían a caer y se quedaban paralizados de nuevo. Catherine estaba frente a la ventana del baño, secándose el pelo con una toalla. Apagó la luz para poder verlos mejor. La luz de la luna resaltaba sus ojos brillantes, el pelaje de color lunar, todas las greñas de pelo con las puntas teñidas de pintura."

Camelia, Azucena, Azucena, Rosa es otro de los que no dejan huella. A ratos epístola y a ratos narración, trata de un fantasma que escribe a su pareja llamándola con mil nombres distintos en cada carta, porque sólo puede recordar los nombres de quienes están muertos. No me ha aportado nada.
"Has decorado tú -¿Felicity, ¿Gay?- mi tumba? ¿Me has olvidado ya? ¿Tienes otro gato, otro amante... o sigues de luto por mí? Dios mío, te deseo tanto, ¿Camelia?, ¿Azucena?, ¿Azucena?, ¿Rosa? Supongo que se trata de lo contrario de la necrofilia: el hombre muerto que quiere follar una última vez con su mujer. Pero no estás aquí y, si lo estuvieras, ¿te acostarías conmigo?"

Viajes con la Reina de las Nieves narra tu viaje con los pies descalzos en busca de Kay. Kay es un chico del que crees estar enamorada, pero él salió a comprar tabaco y no volvió. Toma un aire de cuento de hadas, mezclando referencias a los mismos. Te hace notar lo duros que siempre han sido los cuentos de hadas con los pies de las mujeres. Te descubre que hay príncipes encantados por todas partes, y que una nunca puede estar segura de si besarlos es una buena idea. Hay brujas, princesas y palacios a lo largo de la travesía. No está mal, pero tampoco me ha entusiasmado. Aunque contarlo suena bien, leerlo no fue tan divertido.
"-Dame un beso -dice Bae. El viento te azota con sus palabras. Casi puedes ver sus formas colgando en mitad del aire espeso-. En realidad no soy un reno- dice-. Soy un príncipe encantado.
Tú rehúsas con educación arguyendo que no hace tanto que os conocéis y que, a efectos del viaje, te hace más servicio un reno que un príncipe."

Matrimonio con zapatos reúne varias historias sobre parejas y zapatos. El zapatito de cristal es una vuelta de tuerca del cuento de Cenicienta, no está mal; Miss Kansas el día del Juicio Final habla de un matrimonio que ve en la tele un concurso de belleza y describe todas las (estrambóticas) Misses, no me ha gustado; La esposa del dictador nos presenta a una mujer expuesta (sí, la mujer) en un museo de zapatos que cuenta la curiosa historia de su matrimonio con un dictador, me ha resultado sugerente; y Final Feliz trata acerca de una pareja a la que se le pronostica un futuro perfecto, es muy sencilla pero no está mal.
"Saca el zapatito y se lo pone. Ambos miran el pie, tan bonito con el zapato de cristal, y ella suspira.
-Me queda bien -dice-. ¿Qué hacemos ahora?" 

Piel de gato llama la atención porque recuerda ligeramente a un cuento de los hermanos Grimm. ¡Por una vez algo que parece un cuento de verdad! Lo parece porque ocurren acontecimientos típicos de los cuentos, aunque con la originalidad característica de la autora. Hay una bruja que es asesinada por un brujo. La bruja deja una herencia distinta a cada uno de sus tres hijos y a su favorito, Pequeño, le encomienda la misión de vengarla. Ayudado por una gata que parece ser la reencarnación de su madre y vestido con un disfraz de gato hecho de las pieles de todos los gatos que tenía la bruja, emprenden una pequeña aventura. Un cuento lleno de niños, gatos, brujos y brujas, en el que destaca la peculiar visión de los últimos:
"Como las brujas no pueden tener hijos de la forma normal -su útero está lleno de paja, ladrillos o piedras y, cuando paren, paren gazapos, gatitos, renacuajos, casas, vestidos de seda...- y como, aun así hasta las brujas deben tener herederos y desean ser madres, la bruja había adquirido a sus hijos por otros medios: los había robado o comprado."

Monstruos preciosos tiene unos personajes que viven determinadas experiencias, pero no le he visto ni pies ni cabeza al conjunto. Está narrada en dos partes que se alternan. En una cuenta la excursión de unas amigas que han organizado una "ordalía" a la nueva del grupo. Llegan al Reino de la Tranquilidad, hogar de Dodo, que es la tía de una de ellas, Lee. Con ese nombre, algo peculiar ha de tener (el lugar), y lo tiene, como todo en este libro. Lee es una de las chicas y, como su propio nombre indica, lee. Lee un libro que es la otra parte del relato alternante.
"-¿Qué es eso? -pregunta Bad.
-Un libro -dice Lee. A Lee le gusta llevar un libro siempre encima, por si acaso. Lo vuelve a guardar en el bolso.
-¿De verdad? Creía que era un zepelín.
-Se supone que es una novela rosa. Ya sabes, con hombres lobo y tal.
-¿Y vampiros?
-Vampiros no -dice Lee-. De hecho, los hombres lobo ni siquiera han salido todavía.
-Que tú sepas. ¿Hay sexo?"

Ya está. Felicito y doy las gracias a quien haya llegado hasta aquí...

Por último, más que nada para que no penséis que es un libro que no merece la pena sólo porque yo lo diga, decir que la autora ha ganado varios premios por sus obras. En realidad, después de hacer esta recapitulación me he dado cuenta de que mi relación con Magia para lectores es de amor-odio. Pero, aunque "Aburrido (malo)" suene muy cruel, no puedo darle más que un aprobado justito:

2,5

lunes, 14 de mayo de 2012

La máquina del tiempo y otros relatos; de H.G. Wells

"-¿Eso es todo?-preguntó Dios, el Señor.
El ángel encargado del libro-era uno de esos volúmenes interminables, como el catálogo de la biblioteca del Museo Británico-nos miró y pareció contarnos al instante.
-Sí, es todo-respondió, y añadió-: Era, oh Dios, un planeta muy pequeño.
Dios nos inspeccionó con la mirada.
-Comencemos-dijo Dios, el Señor."
SINOPSIS
La máquina del tiempo y otros relatos reúne ocho historias que dan buena muestra de la extraordinaria y clarividente imaginacion del autor británico: "La máquina del tiempo", narración larga que inagura las historias de "viaje en el tiempo"; "La puerta en el muro", una fábula fantástica sobre la evasión ante las dificultades de la vida; "El país de los ciegos", que nos narra el viaje a un valle de los Andes ecuatorianos donde ha evolucionado un pueblo cuyos habitantes carecen desde hace generaciones del sentido de la vista; o "El imperio de las hormigas", donde el capitán de un cañonero debe acudir con urgencia a una región de Sudamérica en las que un asentamiento humano sufre el ataque de una plaga de hormigas.
Hoy traigo un libro de relatos y un nombrado escritor que por fin he conocido: H.G.Wells. No voy a negar que probablemente, de no ser por la edición tan colorida y adorable de Valdemar, hubiera costado más que este libro llegara a mis manos. Pero es que es ver un libro de esta editorial y desear tenerlo solo por lo chiquitito y cuadradito que es. Aunque me resisto bien, porque este es el primero y único de ellos que de momento tengo en mis estanterías.

El primer relato, que abarca una gran parte del grueso del libro, es el que le da nombre: La máquina del tiempo. Yo vi la película pero no recordaba más que pequeños flashes a medida que iba avanzando en el relato de Wells. Éste atrae por la originalidad del tema que plantea, ya no solo por la máquina del tiempo, sino por el futuro que el autor nos augura. Un testigo e interlocutor del Viajero del Tiempo es quien nos va narrando lo que ve y lo que el protagonista le cuenta. El futuro que plantea no lo desvelaré, para aquellos que no hayáis visto la película o leído el libro, pero esconde una crítica y trasfondo político (acorde, según he leído, con la ideología de Wells). En su conjunto, me mantuvo entretenida e incluso en un determinado momento me asombré de la velocidad con que era capaz de devorarlo.

El imperio de las hormigas es el segundo cuento, y he de decir que el que menos me gustó. Retrasó un poco mi lectura y me resultó muy pesado, hasta el punto de que lo leía solo para terminarlo de una vez. No tiene más complicación la trama, que unos militares que han de hacerse cargo de una invasión de hormigas bastante civilizadas e inteligentes. "Las hormigas dominarán el mundo" fue el mensaje que extraje de este cuento, aunque posiblemente exista otro más profundo. No obstante, hubo algún fragmento que me gustó leer.

Es curioso el de Una visión del Juicio Final, un relato cortito que arranca sonrisas y nos muestra cómo podría ser el Reino de los Cielos y qué planes nos tiene Dios preparados.

Los acorazados terrestres fue otro de los aburridos, aunque como en El imperio de las hormigas, hubo ciertas partes al final más interesantes de leer y un mensaje más o menos claro, que creo que echaré mano de Wikipedia para expresar:
"Wells estaba convencido de que la especie humana podría ser mejorada gracias a la ciencia y a la educación. Sin embargo, no cayó en la ingenuidad de muchos de sus contemporáneos y fue uno de los primeros pensadores que advirtió del peligro de confiar ciegamente en las máquinas. Siempre postuló que era el hombre quien debería dominar a las máquinas, y no al revés."
En este relato nos vemos envueltos en una guerra desigual entre dos bandos, uno de los cuales dispone de su experiencia y formación en el uso de las armas, y el otro, del conocimiento y la tecnología más avanzada.

Otro más corto es El traje maravilloso que, a mi parecer, cambia por completo el tono en que estaban escritos los demás cuentos para introducirnos en un mundo más emocional y poético. Trata sobre las reticencias del protagonista (y sobre todo de su madre) a llevar un hermoso traje por miedo a estropearlo. A mí me transmitió la idea de que la vida hay que vivirla al máximo y me dieron ganas de hacer cualquier locura de esas que a todos nos asustan pero en el fondo estamos deseando...

La puerta en el muro es extraño. Me daba la impresión al leerlo de que todo estaba rodeado de un halo de misterio, e imaginaba las calles de Londres en las que transcurre envueltas de un no sé qué mágico. Nos presenta a Lionel Wallace, que le habla a su amigo acerca de una puerta con la que se encontraba frecuentemente en su niñez. Entró una vez y encontró ahí cosas maravillosas, y después volvió a ver la puerta en varias ocasiones, y si se atrevió a traspasarla es algo que tendréis que averiguar. La enseñanza de este cuento se me escurre: creo que es más una sensación difícil de explicar, un poso de ideas, lo que me ha dejado.

La perla del amor,con tan solo siete páginas, es un breve y extraño relato con un final sorprendente acerca de la construcción de un suntuoso edificio para honrar la memoria de una princesa muerta.

La guinda la pone El país de los ciegos, cuyo título es realmente esclarecedor en lo relativo a su argumento. Cuenta las andanzas de Núñez en un lugar apartado de los Andes, donde ha evolucionado una organizada comunidad de ciegos. Me costó empezarlo y me resultó algo confuso su comienzo, pero en escasas páginas entra en materia y me vi tan enganchada a él como lo estuve con La máquina del tiempo. Me atrevería a decir que es mi favorito, pues han sido sus personajes con los que más he empatizado y me ha encantado tanto el planteamiento como el final.

En su conjunto estoy satisfecha con la lectura, y creo que cada cuento merece la pena aunque sea por pequeños detalles y enseñanzas que esconden. Y es que todos y cada uno de ellos son mágicos en modos muy diferentes, y todos y cada uno contienen fragmentos que incitan a ser releídos.

3,5/5
  

domingo, 19 de junio de 2011

Sauce ciego, mujer dormida; de Haruki Murakami

"Desde muy pequeño siempre fui un niño que jamás se dejaba llevar. Era como si siempre estuviera metido en una especie de marco, vivía siempre procurando no salirme de él. Ante mí había algo parecido a una línea que me indicaba el camino. Era como una autopista bien señalizada. Para dirigirse a tal dirección, póngase en el carril de la derecha. Más adelante encontrará una curva. Está prohibido adelantar, etcétera. Si seguía las indicaciones, todo iría bien. Todo. Yo seguía la línea y todos me alababan. Todos me admiraban. [...]
Jamás tuve un solo problema que pudiera calificarse como tal. Pero, sin embargo, yo era incapaz de captar el sentido de la vida. A medida que crecía, más se fortalecía esa idea vaga. ¿Qué es lo que andaba buscando? No lo sabía. Síndrome de sobresalientes. Buenas notas en matemáticas, inglés, educación física, en todo. Mis padres me elogiaban, los profesores decían que iba muy bien, pude entrar en una buena universidad. Pero yo no sabía para qué servía en realidad, qué era lo que, de verdad, quería hacer. No tenía la menor idea de qué facultad debía escoger. ¿Tenía que ir a la Facultad de Derecho? ¿A la de Ingeniería? ¿O a la de Medicina? A mí me daba igual."


SINOPSIS 
Un volumen extraordinario de veinticuatro cuentos que ofrecen, condensadas, las mejores cualidades del escritor japonés, y son una muestra inmejorable de su dominio de la ligereza y la gravedad. Basta un detalle nimio o un golpe de azar para que algunos de los protagonistas de estas historias queden sumidos en una misteriosa melancolía, como si adivinaran en un gesto imprevisto el lado oscuro, o tal vez mágico, que esconden los comportamientos cotidianos. Algunos, como el protagonista de El séptimo hombre, intenta superar muchos años después, la pérdida de su mejor amigo, ocurrida en la infancia; otros sienten el impulso de pasear por el zoológico los días en que sopla un fuerte viento. Preparar la comida puede ser una excusa perfecta para desentenderse de los problemas de los demás, como en El año de los espaguetis, pero a veces es la realidad la que se impone, como la madre que en Hanalai Bay acude a recoger el cadáver de su hijo surfista tras morir atacado por un tiburón. Maestro en la creación de atmósferas, Murakami introduce en estos relatos no sólo elementos fantásticos y oníricos, donde mezcla con calculada ambigüedad el sueño y la vigilia, sino que echa mano de referentes como el jazz, o permite que los cuervos hablen y los chimpancés sean criminales. Pero, sobre todo, crea personajes inolvidables, enfrentados al dolor, al amor, a la sexualidad, rendidos ante la belleza, o necesitados de afecto, que, en su vulnerabilidad, aparecen como nuestros semejantes, nuestros contemporáneos.

Otra vez lo mismo que me pasó con Crónica del pájaro que da cuerda al mundo. De nuevo esa maestría a la hora de relatar situaciones, de caracterizar un personaje en unas pocas palabras bien combinadas, de hacer que todo parezca tan real a la par que surreal... Y de nuevo también esos finales que aún no he podido llegar a comprender. Esa globalidad que se me escapa como un globo. 

Hay partes que se hacen entretenidas, porque te hacen pensar o te plantean situaciones interesantes que no hubieras imaginado. Otras veces se lee por leer, sin llegar a ser extremadamente aburrido, pero pudiendo provocar sueño en caso de que el lector esté predispuesto a ello (después de comer es un ejemplo; otro sería la lectura de antes de dormir). 

En definitiva, estoy un poco decepcionada con Murakami aunque, ya que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra, yo tropiezo tres, y probablemente dentro de no mucho acabe leyendo otro libro de éste escritor. ¿Por qué? Creedme, ni yo misma lo sé...



domingo, 7 de septiembre de 2008

Bestiario; de Julio Cortázar

"Aquella noche los bombones tenían gusto a moka y un dejo raramente salado (en lo más lejano del sabor) como si al final del gusto se escondiera una lágrima..."

SINOPSIS
Bestiario es el primer libro de relatos que Julio Cortázar publica con su auténtico nombre. No hay en estas ocho obras maestras ni el menor balbuceo ni resacas juveniles: son perfectas. Estos cuentos, que hablan de objetos y hechos cotidianos, pasan a la dimensión de la pesadilla o de la revelación de un modo natural e imperceptible. Sorpresa o incomodidad son, en cada texto, un condimento que se agrega al placer indescriptible de su lectura. Sus relatos nos desazonan porque poseen una característica muy rara en la literatura: se nos quedan mirando, como si esperaran algo de nosotros.
Después de leer estos verdaderos clásicos del género, nuestra opinión sobre el mundo no puede seguir siendo la misma.
Se suponía que este libro de cuentos, éste, escrito por un escritor conocido y siempre estudiado en las clases de literatura, éste, iba a ser una lectura interesante, a lo menos entretenida, sólo un poquito aburrida a lo más.
Me ha decepcionado.
Me alegro de haberlo terminado por fin, de haberme librado de él.
Eso es malo, no debería pasar.
No lo entiendo.
Hay muchos cuentos que no logro comprender.
¿Se trata sólo de usar el lenguaje de una forma llamativa? Si es así, está muy conseguido.
¿Hay que extraer algo de las historias? Se me hace imposible interpretarlas...
No niego que el lenguaje se utilice de forma... "buena", pero eso sólo lo supongo porque se supone de antemano, porque es Julio Cortázar, ¿no? Pero eso no debería ser razón.
Hay cosas a lo largo del librito que llaman la atención; podría decirse entonces que entretienen, frases bonitas, o algún que otro cuento mínimamente entendible... Mas todo eso anda muy disperso, y tal cosa en un libro tan finito es poco...
Conclusión: decepción personal. Si alguien lo ha leído y lo entiende mejor, se aceptan y se agradecen explicaciones...