Se descubre a veces una extraña enfermedad en el escritor. Se contagia cuando escribe a mano, prescindiendo de las altas tecnologías de la modernidad. Y consiste en una mutación que lo transforma en dibujante.
Todo comienza con una página en blanco. También puede tratarse de la hoja de un cuaderno, de tal manera que sobre el blanco aparece una cuadrícula, contituyéndo todo el conjunto una hoja cuadriculada. A partir de ahí, la enfermedad se adquiere desde el momento en que el escritor agarra el bolígrafo, pluma o instrumento que desee emplear en su labor (tal objeto recibe el nombre de herramienta de escritura).
Los síntomas son unos movimientos definidos del instrumento sobre la hoja. El enfermo, con su herramienta de escritura, puede seguir las líneas de la cuadrícula, o bien colorear los cuadros correspondientes a ésta. Construye así variadas formas geométricas, cuya reproducción y crecimiento es rápido, sobre todo en los márgenes, que constituyen su hábitat natural. En casos extremos pueden llegar a invadir la página entera. Afortunadamente, se han registrado pocos de estos casos.
La enfermedad puede cursar de otro modo si los afectados no utilizan cuadrícula, o bien deciden prescindir de ella. En tales ocasiones, además de formas geométricas, la cuartilla se ve invadida por una serie de dibujos. Estos sobreviven en el mismo hábitat que las formas geométricas y se reproducen de forma similar.
En su estado terminal, el escritor olvida completamente su verdadero objetivo y se transforma en dibujante.
Desgraciadamente, la única sustancia que puede combatir la enfermedad es la inspiración. Extraída de la mente y especialmente del entorno es, sin embargo, poco abundante y de difícil adquisición.
Es por ello que se recomiendan medidas preventivas que resultan bastante eficaces:
Primera. Cuando vaya a escribir, NO TOQUE su herramienta de escritura hasta que no tenga una idea definida de lo que va a contar.
Segunda. Trace las letras con concentración y cuidado, y en ningún momento pierda el hilo de su historia. En el caso de que cualquier evento distraiga su concentración y le haga olvidar lo que quería escribir, SUELTE inmediatemente su herramienta de escritura.
Tercera. Es muy recomendable el AHORRO de inspiración. Puede encontarse con ella en cualquier momento. Guárdela en lugar seguro, de manera que pueda disponer de ella sin dificultades en cualquier momento que lo desee. A tal fin se recomienda cualquier material en que se pueda escribir y que sea de tamaño pequeño, para que pueda llevarlo siempre con usted.
NOTA IMPORTANTE: Todos los materiales en que se puede escribir se adaptan también a la actividad de dibujar. Por ello, deben ser empleados por el escritor con suma cautela.
Esperamos que la información les haya sido de utilidad.
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