martes, 19 de julio de 2011

Festín de cuervos; de George R.R. Martin

"Los ponientis os avergonzáis del amor. El amor no tiene nada de vergonzoso, y si los septones os dicen que sí, es que vuestros siete dioses son unos demonios. En las Islas sabemos que no es así. Nuestros dioses nos dieron piernas con las que correr, narices con las que oler, manos con las que tocar y acariciar... ¿Qué dios loco y cruel le daría ojos a un hombre y luego le diría que los tuviera siempre cerrados, que no contemplara nunca toda la belleza que hay en el mundo? Sólo un dios monstruoso, un demonio de la oscuridad."
SINOPSIS


Mientras los vientos del otoño desnudan los árboles, las últimas cosechas se pudren en los pocos campos que no han sido devastados por la guerra, y por los ríos teñidos de rojo bajan cadáveres de todos los blasones y estirpes. Y aunque casi todo Poniente yace extenuado, en diversos rincones florecen nuevas e inquietantes intrigas que ansían nutrirse de los despojos de un reino moribundo.
George R.R. Martin continúa sumando hordas de seguidores incondicionales mientras desgrana, con pulso firme y certero, una de las experiencias literarias más ambiciosas y apasionantes que se hayan propuesto nunca en el terreno de la fantasía. Festín de cuervos, como la calma que precede a la tempestad, desarrolla nuevos personajes y tramas de un retablo tenso y sobrecogedor.
Cuando se apaga el clamor de las espadas, solamente queda carroña para los cuervos.
Las circunstancias han forzado una tregua en la guerra de los Cinco Reyes. Los intrigantes miembros de la Casa Lannister intentan consolidar su hegemonía en Poniente; la flota de las Islas del Hierro se congrega para la elección de un rey que restituya la gloria perdida del Trono de Piedramar, y en Dorne, el único de los Siete Reinos que permanece apartado del conflicto, el asesinato de la princesa Elia y de los herederos Targaryen todavía se recuerda con dolor y rabia. Entre tanto, Brienne de Tarth parte en busca de Sansa Stark en cumplimiento de una promesa, y Samwell Tarly regresa de las tierras inhóspitas de más allá del Muro acompañado de una mujer y un niño de pecho.
Festín de cuervos, consigue mantener la intensidad emocional de sus predecesoras y continúa tejiendo con maestría y convicción la multiplicidad de tramas de una serie sin parangón. Martin hace gala de una primorosa atención al detalle y añade nuevas pinceladas a un fresco cada vez más rico en matices con el que insufla vida a un universo de ficción tan vasto e implacable como la realidad. Una nueva entrega que logra saciar provisionalmente en el lector una curiosidad que, al mismo tiempo y de forma inapelable, se acrecienta ante el desfile de pasiones y sacrificios, heroísmo y sordidez de una narración memorable.
Un deslumbrante derroche de talento e imaginación en el libro más esperado.
Este libro es un descanso de las emociones fuertes del anterior (Tormenta de espadas), una lectura entretenida y atrapante y un preludio de lo que parece que serán grandes acontecimientos en el siguiente tomo (Danza de dragones). Perdemos la pista de personajes tan adorados y carismáticos como Tyrion, Jon y Daenerys. Y a Arya sólo se le concede un número de capítulos que se pueden contar con los dedos de una mano (si no recuerdo mal). Todo esto unido a los comentarios que había leído de otros lectores hicieron que me formara unas expectativas del libro que tendían a ser poco alagüeñas. Vamos, que no me esperaba un bodrio, pero sabía que no podía esperar tanto como me habían dado el resto de libros de la saga. Y es que hasta ahora la genialidad ha ido en aumento. Y sí, no voy a negar que Festín de Cuervos estropea un poco esa genialidad creciente. Pero tampoco es que esté mal. Tal vez a la altura de Choque de Reyes, o de Juego de Tronos, dependiendo de cuales sean las preferencias de cada uno. Lo que ocurre es que hay un desfile amplio de personajes nuevos o prácticamente desconocidos, personajes secundarios y personajes cuyos capítulos responden a apelativos tan extraños como "El profeta", "El hombre ahogado", "La hija del Kraken"... 
Vamos, que se puede jugar a adivinar cuál es cuál antes de empezar a leer. Pero huele mucho a Greyjoy. Y es que toman protagonismo, y dan sus sorpresas. Pequeñas, pero sorpresas. Y una que fue grande, la que me hizo tomarme más en serio a esta casa que no me acababa de convencer...
SPOILER [en letras blancas]
una sorpresa que tiene que ver con Dany, suena muy interesante lo que se propone el nuevo rey de las islas del Hierro...
FIN DEL SPOILER
Otra casa que toma protagonismo son los dornienses, tan curiosos ellos... y también guardan sus secretos y su pequeña gran sorpresa para el final.
SPOILER [en letras blancas]
parece que todas las sorpresas tienen que ver con Dany... parece que la Madre de dragones empieza a ser tomada en cuenta como alguien importante.
FIN DEL SPOILER
Pero los verdaderos protagonistas son Jaime y Cersei. Jaime y Cersei y su relación amor/¿odio? Curiosa evolución la de la relación entre estos dos personajes. Interesante personaje el de Cersei. Interesante final para tal personaje... aunque casi que se veía venir. Me hace una gracia especial lo mucho que aparece el Gnomo incluso sin ser un personaje presente... Parece que ha encontrado el modo de que nadie se olvide de él, de estar presente siempre atormentando las mentes de sus hermanos. Cersei parece obsesionada con su hermano, que ve aparecer por todas las esquinas, acechando en todas las sombras y los recovecos de su vida. Y Jaime no hace más que recordar aquella fatídica frase que su hermano pronunció en Tormenta de Espadas:
"Ha estado follando con Lancel y con Osmund Kettleblack, y por lo que yo sé, puede que se tire hasta al Chico Luna."
Frase que a mi personalmente me dejó "traumatizada" por su rudeza y por que, a pesar de ser cierta, fue acompañada y aderezada por otra aparentemente falsa sentencia y lanzada cual puñal hacia el corazoncito de Jaime. Tyrion no tuvo compasión, pero, ¿acaso la tuvieron con él?

CONCLUSIÓN:
Como muchos dicen, este es un libro de transición entre los acontecimientos de Tormenta de Espadas y lo que se avecina. Pero no es para asustarse. Lo digo porque cuando yo leía que era un libro de transición sí que me asustaba. Pensaba que iba a ser muy aburrido, muy decepcionante. Y tampoco lo ha sido. Me ha enganchado igual que los anteriores, lo leía en la mesa mientras comia, en el baño y en todas partes, a un ritmo no muy diferente al de Tormenta de Espadas. Y, como lo empecé con la idea de que me decepcionaría, aunque no llega a la altura de los libros anteriores de la saga, ha sido una lectura muy entretenida. Hay que juzgarlo como libro individual, como libro inmerso en un mundo de otros millones y millones de libros. Y, como libro, su argumento, la viveza en sus personajes, lo real que se hace todo, lo bien narrado que está... lo hacen merecedor de 5 estrellas. Porque aunque falten algunos de los personajes favoritos y se echen de menos, la impecable escritura de Martin sigue estando ahí. No tan asombrosa como en Tormenta, pero sé de gente a la que le vendrá bien un descanso de impresiones fuertes. Continúan los giros sorprendentes al final de cada capítulo, con la diferencia de que el ángulo de giro y la sorpresa son menores... pero a medida que avanzamos páginas van aumentando en importancia. Un punto que quizás a muchos no guste es su final demasiado abierto. En este caso, "sus finales", ya que cada personaje tiene el suyo propio.

Estoy impaciente por ver cómo continúa todo esto... en español, por favor. Y si no lo traducen pronto... tal vez en una arrebato de locura me lo zampe en inglés.


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