No sé cómo empezar. Creo que se debe a que la historia es tan compleja que da mucho de qué hablar. Muchas cosas se me pasaban por la mente a medida que lo leía. "Esto lo tengo que mencionar en la reseña", pensaba. Ahora me doy cuenta de que mi memoria está demasiado saturada de otras cosas... ay, a quién se le ocurre inventar los exámenes. Eso es, La Tumba compartida es uno de esos libros que se leen el fin de semana anterior a un examen, mientras te maldices a ti mismo por no estar estudiando. Pero no puedes, no puedes dejarlo. No en esta página. Tal vez en la siguiente...
Me ha sorprendido muy gratamente. Recuerdo con claridad el momento en que lo empecé a leer, tumbada en la cama, y ya desde ese momento me dije: "este libro me tiene ganada". Y eso que me quedé dormida a las pocas páginas, pero os aseguro que no era culpa de la historia, ¿eh? Ya he leído en varias opiniones que, si hay algo que tiene La tumba compartida, es un principio de vértigo. Lo ratifico. También me gustó lo de "El diario de Paquita", para qué negarlo.
En fin, que después de ese inicio trepidante, conocemos al joven Marc, que está empeñado en que su padre vea el "Diario de Paquita". Víctor no está muy por la labor: detesta ese tipo de programas donde todo es una actuación melodramática con el único fin de dar morbo. Pero finalmente accede, y no tenemos más remedio que ver el programa con él sin dejar de preguntarnos: ¿qué mosca le ha picado a Marc? Pronto se nos desvela que el pasado de Víctor no es el que él pensaba. Los cimientos de su vida se desmoronan y va a tener que reconstruirlos; lo cual, a parte de ser tarea difícil, es algo tremendamente doloroso para él.
A raíz de lo cual se nos presenta el personaje de Maite, la verdadera protagonista (al menos en mi opinión), llena de matices y aficionada a construir muros a su alrededor para protegerse de los hombres. Protagonista que, curiosamente, no pude evitar asociar en todo momento a Antonia Romero, la autora. Era una sensación extraña, como si autora y personaje se fusionaran en mi mente de forma totalmente inconsciente y sin ninguna razón de ser (luego encontré un asombroso paralelismo entre la foto de perfil de su blog y una escena del libro). Alrededor de Maite, que es anticuaria, empiezan a aparecer y a perfilarse multitud de personajes. Son tantos que no voy a pararme a mencionarlos a todos, pero de entre ellos destacan, por su importancia en la trama, su compañero Adrián o el arqueólogo Mauricio Varona (posiblemente mi favorito).
Con todos estos ingredientes muy bien mezclados y aderezados, va cocinándose una trama que poco a poco, o tal vez no tan poco a poco, resulta suculenta y llena de sabores. A destacar los diálogos, naturales e ingeniosos, y de entre ellos me quedo con las conversaciones-discusiones entre Maite y Mauricio y con los pensamientos de Maite, rebosantes de ironía. Además, casi pude sentir la soledad de Maite en Egipto, rodeada de extraños, como una colegiala novata entre compañeros empeñados en hacerle la vida imposible.
Todo ello y el trasfondo histórico, que también forma parte importante de la trama, me mantuvieron pegada al ebook. El trasfondo histórico, otro ingrediente que faltaba. Me ha dejado alucinada la teoría de Maite/Antonia, e inevitablemente me pregunto si esa teoría existía antes de este libro. La lectura del trabajo de fin de carrera de Maite me resultó la mar de interesante, en especial las conclusiones finales acerca de la verdadera naturaleza del faraón Akhenatón. Nunca he sido amante de la historia egipcia ni había leído libros relativos al tema, pero este ha despertado mi curiosidad muy mucho.
Finalmente, sí, también hay pegas. Una de ellas se refiere simplemente a la relativa incomodidad de la lectura: cuando lo compré en Amazon y fui a transformarlo con Calibre, el DRM no me dejaba. Afortunadamente Antonia tuvo la amabilidad de enviarme el documento sin DRM y así pude introducirlo en el ebook, sin más problemas que el hecho de que los párrafos aparecían más separados de lo normal y sin justificar, y de vez en cuando un número de página cortaba el texto. No es algo que haya entorpecido mucho la lectura, pero hacía que el ebook "no quedara bonito".
Otras cuestiones más literarias son, en primer lugar, que la trama de Víctor me dejó algo indiferente, y eché de menos un poco más de desarrollo del personaje de Marc. Es como si esa trama, que empieza con mucha fuerza, perdiera fuelle a lo largo de la lectura. Y, en segundo lugar, una pega que deriva de un halago: si hay un punto fuerte de La tumba compartida, son los personajes llenos de matices y el desconcierto que producen algunos a lo largo de todo el desarrollo de la trama. Sientes que no te puedes fiar de nadie, y de hecho llega un momento en que pones en duda todo lo que dicen. Quieres llegar al final y descubrir de una vez qué es lo que realmente pasa. Poco a poco se descubren cosas, y a medida que se llega al final se precipitan una serie de acontecimientos cual montaña rusa, dejando al lector lleno de adrenalina... pero un poco confuso. Esa es la pega: que, para entender exactamente lo que ha pasado, quién sabe qué cosa y desde qué momento la sabe, quién hace qué cosa y por qué lo hace, casi se hace necesaria una segunda lectura. O puede que, en mi ansia por comerme el libro, haya leído demasiado rápido.
En todo caso, si buscáis un libro para devorar, éste es el vuestro. Pero tened cuidado de que no os devore él a vosotros.
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*Pinchar aquí para acceder a La Tumba compartida en Amazon.
**Pinchar aquí para acceder al blog de la autora.
En fin, que después de ese inicio trepidante, conocemos al joven Marc, que está empeñado en que su padre vea el "Diario de Paquita". Víctor no está muy por la labor: detesta ese tipo de programas donde todo es una actuación melodramática con el único fin de dar morbo. Pero finalmente accede, y no tenemos más remedio que ver el programa con él sin dejar de preguntarnos: ¿qué mosca le ha picado a Marc? Pronto se nos desvela que el pasado de Víctor no es el que él pensaba. Los cimientos de su vida se desmoronan y va a tener que reconstruirlos; lo cual, a parte de ser tarea difícil, es algo tremendamente doloroso para él.
A raíz de lo cual se nos presenta el personaje de Maite, la verdadera protagonista (al menos en mi opinión), llena de matices y aficionada a construir muros a su alrededor para protegerse de los hombres. Protagonista que, curiosamente, no pude evitar asociar en todo momento a Antonia Romero, la autora. Era una sensación extraña, como si autora y personaje se fusionaran en mi mente de forma totalmente inconsciente y sin ninguna razón de ser (luego encontré un asombroso paralelismo entre la foto de perfil de su blog y una escena del libro). Alrededor de Maite, que es anticuaria, empiezan a aparecer y a perfilarse multitud de personajes. Son tantos que no voy a pararme a mencionarlos a todos, pero de entre ellos destacan, por su importancia en la trama, su compañero Adrián o el arqueólogo Mauricio Varona (posiblemente mi favorito).
Con todos estos ingredientes muy bien mezclados y aderezados, va cocinándose una trama que poco a poco, o tal vez no tan poco a poco, resulta suculenta y llena de sabores. A destacar los diálogos, naturales e ingeniosos, y de entre ellos me quedo con las conversaciones-discusiones entre Maite y Mauricio y con los pensamientos de Maite, rebosantes de ironía. Además, casi pude sentir la soledad de Maite en Egipto, rodeada de extraños, como una colegiala novata entre compañeros empeñados en hacerle la vida imposible.
Todo ello y el trasfondo histórico, que también forma parte importante de la trama, me mantuvieron pegada al ebook. El trasfondo histórico, otro ingrediente que faltaba. Me ha dejado alucinada la teoría de Maite/Antonia, e inevitablemente me pregunto si esa teoría existía antes de este libro. La lectura del trabajo de fin de carrera de Maite me resultó la mar de interesante, en especial las conclusiones finales acerca de la verdadera naturaleza del faraón Akhenatón. Nunca he sido amante de la historia egipcia ni había leído libros relativos al tema, pero este ha despertado mi curiosidad muy mucho.
Finalmente, sí, también hay pegas. Una de ellas se refiere simplemente a la relativa incomodidad de la lectura: cuando lo compré en Amazon y fui a transformarlo con Calibre, el DRM no me dejaba. Afortunadamente Antonia tuvo la amabilidad de enviarme el documento sin DRM y así pude introducirlo en el ebook, sin más problemas que el hecho de que los párrafos aparecían más separados de lo normal y sin justificar, y de vez en cuando un número de página cortaba el texto. No es algo que haya entorpecido mucho la lectura, pero hacía que el ebook "no quedara bonito".
Otras cuestiones más literarias son, en primer lugar, que la trama de Víctor me dejó algo indiferente, y eché de menos un poco más de desarrollo del personaje de Marc. Es como si esa trama, que empieza con mucha fuerza, perdiera fuelle a lo largo de la lectura. Y, en segundo lugar, una pega que deriva de un halago: si hay un punto fuerte de La tumba compartida, son los personajes llenos de matices y el desconcierto que producen algunos a lo largo de todo el desarrollo de la trama. Sientes que no te puedes fiar de nadie, y de hecho llega un momento en que pones en duda todo lo que dicen. Quieres llegar al final y descubrir de una vez qué es lo que realmente pasa. Poco a poco se descubren cosas, y a medida que se llega al final se precipitan una serie de acontecimientos cual montaña rusa, dejando al lector lleno de adrenalina... pero un poco confuso. Esa es la pega: que, para entender exactamente lo que ha pasado, quién sabe qué cosa y desde qué momento la sabe, quién hace qué cosa y por qué lo hace, casi se hace necesaria una segunda lectura. O puede que, en mi ansia por comerme el libro, haya leído demasiado rápido.
En todo caso, si buscáis un libro para devorar, éste es el vuestro. Pero tened cuidado de que no os devore él a vosotros.
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*Pinchar aquí para acceder a La Tumba compartida en Amazon.
**Pinchar aquí para acceder al blog de la autora.
Hace tiempo que quiero leerlo y ahora está en mi lista de lecturas pendientes, estoy segura de que me va a gustar porque el tema que trata es de mis favoritos
ResponderEliminarbesos
Ayer mismo lo compré en Amazon así que ya no tengo excusa para leer este libro que os encanta a todos!
ResponderEliminarBesos
Muy buena reseña! =)
ResponderEliminarNo lo conocía, pero me gusta la temática =)
Besotes
Muchas gracias por la reseña, he disfrutado mucho leyéndola.
ResponderEliminarUn abrazo grande!
Tatty: Seguro que te va a ecantar, ya nos contarás. =)
ResponderEliminarmientrasleo: uff Si ya lo tienes en tus manos y siendo un domingo tan apto para leer, sólo falta que hayas tenido un poco de tiempo y tal vez lo hayas terminado ya jaja
Shorby: No he leído mucho sobre Egipto así que no puedo comparar, pero lo cierto es que este libro tiene de todo, inncluida una pequeña ración de historia.
Antonia: Gracias a ti, sin duda he disfrutado yo más leyendo La Tumba. Un beso! =)
Muy buena tu reseña. Y sí que es coincidencia (o no, porque la frase realmente te hace releerla un par de veces mientras ves a Antonio y te imaginas su triste vida) que mi reseña acaba igual que empieza la tuya.
ResponderEliminarUn saludo
Buena reseña! Me lo apunto :)
ResponderEliminarBesos
Ya volví.
ResponderEliminarMe ha encantado este libro.
Tienes un premio en mi blog:)
ResponderEliminarBesos