– ¡Ah, oscuro! Como eres de aquí, sabes cómo no venir. Una eternidad, una eternidad y no te ayudo –la mujer se fue andando tan contenta sobre las manos hacia la silla gigante y dejó encima de ésta la bandeja. Después se dirigió hacia Féyzlim y estiró una pierna hacia ella–. ¡Anda grande, no lo cojas y no me sigas! –Féy estaba congelada, pero creyó entender que la bruja pretendía que ella la agarrara de un pie. Titubeó y finalmente lo hizo. Entonces la fábezmik se sintió atraída por una fuerza invisible y, al igual que si fuera un imán, se quedó pegada al techo por las manos, con el pelo erizado hacia arriba."
Hoy he terminado de leer esta breve novela, y hoy, antes de que la magia que ha dejado en mí se vaya evaporando, diluyéndose en el aire, vengo a encerrarla entre estas letras para que no se me escape.
Y para hablaros de lo que he hallado en esta lectura, para decidir si vale o no la pena, tengo en cuenta su objetivo. No es un best-seller, no es un thriller que pretenda mantener al lector pegado a sus páginas atento a un inminente giro de los acontecimientos, no es una novela profunda en meditaciones trascendentales, tampoco una que quiera cambiar para siempre la forma del lector de ver el mundo.
Es lo que es. Es magia, una lucecilla blanca de magia puede volverse azul, amarilla o rosa, u oscurecerse hasta tornarse negra. Es una sencilla obrita llena de imaginación, ese tipo de historias con las que tanto disfrutábamos en nuestra infancia porque aún éramos capaces de soñar.
Hace tiempo que noto, con mezcla de pena e impotencia, como la magia que tanto me gustaba antes me va abandonando, y dejo de disfrutar de ciertas historias por parecerme demasiado fantasiosas. Por eso empecé un poco temerosa a leer estas Memorias del Otro Lado, y sin embargo, hoy la he terminado completamente atrapada en el colorido mundo que la autora ha recreado.
Esta novelita es una muestra de los libros autoeditados pueden alcanzar, e incluso superar, la calidad de aquellos avalados por una editorial. En toda la lectura, no recuerdo haberme topado con una sola errata o construcción rara (lo único, que según mi lector todos los capítulos eran el número 1). Además, la prosa es perfecta para la historia, transmite lo que debe transmitir.
Y es que ya desde las primeras líneas uno se impregna de la dulzura y de la inocencia de las palabras; las palabras, que salen de las páginas y se juntan a nuestro alrededor formando bosques de chimeneas, o Bosques de los Obsequios, o Montañas Moradas, o parajes que van desde lo idílico hasta lo tenebroso. Las palabras, que despiertan con su hechizo la imaginación del lector aunque esta se haya quedado dormida hace tiempo.
Es precisamente lo que nos cuenta Féyzlim en el País de las Quimeras: la pérdida de la magia, que yo equiparo, porque creo que va implícita, a la pérdida de la imaginación. Nos habla de una realidad (insisto, realidad) rota por una Gran Caída que la ha dejado partida en dos: la Dimensión Mortal (la nuestra) y los Reinos Eternos (la magia, la imaginación). O sea, que antes la magia era algo considerado real, pero ya no. Y a partir de ahí podemos abrir la jaula y dejar que nuestra imaginación escape volando.
Féyzlim, la protagonista, es una fábezmik. Los fábezmik nacen, qué bonito, de deseos cumplidos, y además se dedican a cumplir más. Pero (como le pasó a Peter Pan) pierde su sombra, se la roban, y en el proceso de recuperarla emprende una aventura que tardará en acabar. Conoce amigos y enemigos, seres tan luminosos de felicidad como ella, otros que necesitan ser iluminados, y otros tan malos que son pura tiniebla. Conoce también mundos de luz y de oscuridad. Los personajes principales son muy variopintos, ninguno humano, pero todos con sus peculiaridades físicas y psíquicas, y muchos basados en la mitología. Tratándose de una historia más orientada a niños, jóvenes o adultos con niño interior, no son personajes de gran complejidad, pero sí que representan valores importantes. Incluso los paisajes tienen su propia personalidad. Todos los elementos tienen en común lo ingeniosos que son; me encantó entrar en el país de Todo-al-revés o conocer al malo malísimo Yumo, el llamado Sin forma.
Lo único que he echado de menos ha sido el papel. Un papel lleno de ilustraciones de ese mundo y de esos personajes tan fantásticos, tan luminosos o tan oscuros. Un niño podría disfrutar de esta historia en papel. Un adulto también, claro. Sí, definitivamente, las aventuras de Féyzlim ganarían mucho impresas y adornadas por los dibujos de la propia autora, que son una delicia, tanto que con uno solo (la de la portada) me ha bastado para imaginar el resto, y mi mente era todo color y aventuras.
Recomendado si quieres viajar muy muy lejos, y soñar como lo hacías en tu infancia. Aunque no te acuerdes de cómo se hacía.
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*Pinchar aquí para acceder a Féyzlim en el País de las Quimeras en Amazon (también diponible en papel).
**Pinchar aquí para acceder al blog de la autora.
me llama!! no lo conocía para nada!!!
ResponderEliminarmuchas gracias por el aporte y me alegra que hayas disfrutado el viaje! opino como tu: en papel y con ilustraciones sería puro amor seguro!!!
besotes
Ohhh, qué bonito, Caminante (nacer de deseos cumplidos y luego seguir cumpliéndolos). El libro por la portada y antes de leerte hubiera jurado que era ilustrado, así que parece que sí que pide materializarse en papel. Voy a buscarlo ahora mismo, esa magia la quiero mantener viva yo también.
ResponderEliminarGracias Caminante (mira, yo te doy las gracias y no me enfado contigo) :P
Besos
Coincido con todo lo que has dicho y sin duda la palabra que mejor describe esta historia es magia. Disfruté mucho con su lectura y la dulce sensación que me dejó.
ResponderEliminarEn papel y con ilustraciones debe ser una delicia.
Muchas gracias por la reseña :)
Un fuerte abrazo,
Nimue
@Chibiaka Me alegra que te guste! Me he enterado de que está también en papel a bastante buen precio, aunque no con ilustraciones en todas las páginas, pero igualmente debe ser muy disfrutable. Besos!
ResponderEliminar@Ana Blasfuemia Si es que tu eres muy buena (una auténtica fabezmik) y yo soy una provocadora mala malísima. Al final el libro sí está en papel en Amazon, aunque ilustrado en portada y contraportada solamente; pese a todo me parece bastante apetecible. Pues si te animas querré saber tu opinión. Un beso =)
@La biblioteca de Seshat Una delicia que ojalá se hiciera realidad. ¡Gracias a ti por descubrirme esta lectura! =)
Tu reseña sí que está salpicada de magia, dan ganas de tirarse a por el libro! A veces dan ganas de volver a la infancia y uno no sabe bien qué nave utilizar; parece que esta historia es un medio de transporte adecuado. 1beso!
ResponderEliminarNo lo conocía de nada pero lo he apuntado!! me encantaba la magia y sigue siendo así!
ResponderEliminarla reseña te ha quedado genial!
Un beso!
Bueno, pues parece una historia de estas que disfrutas casi por casualidad y que te deja un buen sabor lector. He leído algún libro así últimamente, me vienen a la cabeza un par, por lo que no lo descarto.
ResponderEliminarBesos
Una reseña muy sugerente. Ojalá fuéramos capaces de mantener esa inocencia e ilusión por la magia de cuando somos niños.¡Al menos no la perdamos del todo! Parece un libro muy bonito y la reseña, como dice Lesincele, te ha quedado muy bien.
ResponderEliminar¡Un abrazo!