Hace poco hablaba de una vida que termina perdiendo su sentido, así que vamos a cambiar de tema. Ah, no, que todavía me queda contar lo que me ha parecido esta otra novela de Marjane Satrapi (la misma autora de Persépolis). Y va precisamente de eso, de vidas que pierden su sentido... ¿por un objeto roto? Eso es lo que ha hecho la mujer de Nasser Ali: romperle el instrumento que tocaba, su tar.
Es una historia muy cortita, un cuento con aires de fábula. Pese a todo, Marjane sigue imprimiendo a sus personajes de gran carisma y les dota de preocupaciones cotidianas para acercárselos al lector. Tampoco pierde el humor fino y un poco negro que cuela incluso en las situaciones más dramáticas.
Esta vez nos hace intrusos de la vida familiar del músico Nasser Ali. Anteriormente adorado por el público, sus musas sufren un inesperado golpe que les deja fuera de combate, y a Nasser dejan de salirle las melodías del corazón. Sus ojos caen en un pozo negro y no saben encontrar ya la luz, por lo que decide acostarse en su cama y dejarse llevar por el tiempo y por los recuerdos.
Esta vez nos hace intrusos de la vida familiar del músico Nasser Ali. Anteriormente adorado por el público, sus musas sufren un inesperado golpe que les deja fuera de combate, y a Nasser dejan de salirle las melodías del corazón. Sus ojos caen en un pozo negro y no saben encontrar ya la luz, por lo que decide acostarse en su cama y dejarse llevar por el tiempo y por los recuerdos.
Cada capítulo es un día de Nasser Ali en su dormitorio, rememorando acontecimientos de su vida. Tiene una mujer con la que se casó sin amarla de verdad y dos hijos pequeños, niño y niña. De vez en cuando lo visitan. Le traen comida, conversación, discusiones o más recuerdos que luego él continúa rumiando en soledad. El día de su muerte se va acercando, y lo sabemos desde el principio.
A través de sus recuerdos, contados en viñetas de fondo negro, somos testigos de algunos momentos de su vida, unos grandes y otros pequeños. Son en su mayoría escenas cotidianas que muestran la relación que mantenía con cada uno de los miembros de su familia.
Doy mucha importancia a los desenlaces, sobre todo si se trata de una historia corta (porque gran parte de lo que uno se lleva de ella es su final). Me preguntaba cuál sería el estilo de los de Marjane, pues en Persépolis no hay más final que el que impone su biografía, pero en este caso la historia es (creo) inventada. Y me ha dejado satisfecha. Creo que todo cuento tiene que tener su toque final que deje al lector sorprendido o pensativo. Algo que se dé la vuelta. Y eso es lo que hay al final de Pollo con ciruelas.
PS: también hay adaptación de este cómic a la gran pantalla; esta vez, a diferencia de Persépolis, a los personajes les dan vida actores de carne y hueso. Aún no la he visto, pero acabo de ver este pequeño reportaje (yo no recomendaría verlo si vais a leer el cómic, aunque las pistas que puede dar son mínimas) y me ha dejado con ganas de hacer la prueba. Tiene pinta de ser un poco lenta, pero estéticamente muy disfrutable.
A través de sus recuerdos, contados en viñetas de fondo negro, somos testigos de algunos momentos de su vida, unos grandes y otros pequeños. Son en su mayoría escenas cotidianas que muestran la relación que mantenía con cada uno de los miembros de su familia.
Doy mucha importancia a los desenlaces, sobre todo si se trata de una historia corta (porque gran parte de lo que uno se lleva de ella es su final). Me preguntaba cuál sería el estilo de los de Marjane, pues en Persépolis no hay más final que el que impone su biografía, pero en este caso la historia es (creo) inventada. Y me ha dejado satisfecha. Creo que todo cuento tiene que tener su toque final que deje al lector sorprendido o pensativo. Algo que se dé la vuelta. Y eso es lo que hay al final de Pollo con ciruelas.
PS: también hay adaptación de este cómic a la gran pantalla; esta vez, a diferencia de Persépolis, a los personajes les dan vida actores de carne y hueso. Aún no la he visto, pero acabo de ver este pequeño reportaje (yo no recomendaría verlo si vais a leer el cómic, aunque las pistas que puede dar son mínimas) y me ha dejado con ganas de hacer la prueba. Tiene pinta de ser un poco lenta, pero estéticamente muy disfrutable.
¡Hola no lo conocía! pero pinta muy bien y me recuerda a Persépolis. Me lo apunto.
ResponderEliminarBesinos
El estilo es muy similar al de Persépolis (en los dibujos, está claro, pero también un poco en el tono). La historia es bastante distinta, triste pero bonita. Un beso!
EliminarMe dio mucha tristeza cuando lo leí. No me gustó que el personaje se dejase morir así. Luego me bajé la peli, pero no la he llegado a ver. De todas maneras es un gran obra y muy muy recomendable. Todo lo que dibuja esta chica es magia.
ResponderEliminarEs verdad que la historia es muy triste, pero siempre pienso que como lectora soy un poco insensible a las cosas tristes.
EliminarY no sé qué tendrán esos dibujos tan sencillos para transmitir como lo hacen. Será la magia que dices.
Me gustó mucho este cómic: la verdad es que todo lo que he leído de Satrapi me ha encantado. Si no has leído Bordados te lo recomiendo mucho, que me pareció muy buen cómic. 1beso!
ResponderEliminarPues no, y creo que sí que lo tenían en la biblioteca, pero este me atraía más y el de Bordados no mucho, así que no me planteé leerlo. Pero si me lo recomiendas, cuando pase un tiempo de descanso probaré con él. Besos =)
EliminarVi la peli en Sitges, en el Festival, sin saber nada de ella y la verdad, me gustó.
ResponderEliminarTengo pendiente leerlo =)
Besotes