Una belleza realmente efímera, la de la nieve.
Me di la vuelta y saqué una preciosa instantánea del edificio de oficinas.
Una anciana cargada con varias bolsas de plástico me miró y sonrió al verme hacer otra nueva fotografía.
La miré, devolviéndole cortésmente la sonrisa, mientras se alejaba por la calle.
El viento había cesado y ahora los copos caían con lentitud.
Eché un último vistazo antes de volver a mi rutina, llenando mis pulmones con el frío aire.
Un grito, precedido de un ruido sordo, me hizo mirar en la dirección por donde se había marchado la anciana"
Desde que conocí a Dianna a través de aNobii tenía la mosca detrás de la oreja, pero nunca encontraba el momento de leer algo suyo. Después de un tiempo volví a toparme con ella, esta vez a través de su blog. Entonces ya había escrito nuevas obras y algunas de ellas se ajustaban más a mis gustos que la primeras. Sin embargo, he de admitir que no me animé del todo hasta que este libro apareció físicamente delante de mis narices, cuando una amiga lectora me lo prestó. Por cierto que la portada, diseñada por la propia autora, es una maravilla.
Os adelanto que no me ha decepcionado, pero tampoco me ha encantado. Los motivos son varios y personales en su mayoría. Tal vez el corte de esta novela es un poco más juvenil de lo que a mí me gusta. Pero, una cosa que me ha molestado y que tiene menos excusa, ha sido la presencia de numerosas faltas ortográficas. Se distribuían de manera curiosa, pues uno podía estar leyendo una prosa correcta durante varias páginas, y de repente se topaba con una concentración de palabras mal escritas en unas pocas líneas. Más curioso aún, un alto porcentaje de estas concentraciones se producían en los puntos más tensos de la trama. Evidentemente no he hecho un estudio estadístico; todo esto son las percepciones que he tenido y puedo estar equivocándome.
La novela tiene un buen comienzo; de hecho, antes de planear leerla eché un vistazo a las primeras líneas y despertó mi interés. Aunque pienso que la autora tiene que adquirir aún algo de destreza a la hora de escribir, me gustaron las descripciones de las calles nevadas de Barcelona y las percepciones del personaje con el que comienza la narración. También me llamó la atención la gran cantidad de puntos y a parte; la mayoría de los párrafos constaban de una sola frase, pero eso es algo que puede o no gustar al lector (igual que puede o no gustarle, me vienen a la mente las reseñas de algunos de vosotros, el abundante uso de puntos suspensivos de Albert Espinosa).
La protagonista es una joven en la veintena que trabaja en un laboratorio de Los Ángeles, pero mantiene continuamente el contacto con su familia española. Allí la llaman April y vive en un piso con su amiga Danielle. Antes de que todo empiece a cambiar, está contenta con su trabajo y se lleva aceptablemente bien con su simpático compañero Ethan y con Steve, su jefe. Con la muerte de su padre tiene que regresar por un tiempo a España; donde vive con su madre y su hermana pequeña, y su nombre cambia a Abril. Sin embargo, la novela se centra en los hechos que se suceden tras el fatal acontecimiento, cuando April retoma de nuevo su vida y su trabajo y tiene que afrontarlo todo, pasando de ser una persona alegre por naturaleza a empezar a fingir que lo es.
Al principio me mantuvo enganchada en una lectura agradable y entretenida. Los capítulos son cortos y sencillos de leer. Pese a que no ocurran grandes acontecimientos, tampoco se hace lenta. Es una novela de sentimientos (no hace falta que os diga que el principal es el amor) y de superación. No estoy segura de que el segundo factor esté bien tratado; en cuanto al amor, me parece que comienza magníficamente y termina convirtiéndose en algo demasiado empalagoso de tan perfecto.
Mientras que April está aún en duelo por la muerte de su padre empiezan a sucederle cosas raras, tanto buenas como malas. Las malas, acosos y amenazas. Las buenas, grandes casualidades que parecen guiarla hacia un destino prefijado: sí, ese destino es el "amor de su vida". Esas grandes casualidades están articuladas en torno al número 22. April, como bióloga, es una persona muy cabal y no cree en estas cosas, pero llega un momento en que se hace evidente que el número 22 le está intentando decir algo. O... que alguien está intentando decirle algo a través de ese número. No puedo contaros más.
Si hay una parte de 22:22 que me ha gustado es esa idea mágica que contiene acerca de las "señales". Acostumbro a imaginar que hay determinados indicios a nuestro alrededor, ya sea en forma de coincidencias o mensajes ocultos que pasamos por alto. Esperad, no me toméis por loca todavía. Sólo es un componente de mi pensamiento mágico: me gusta creer que a veces la energía que nos rodea se comunica de alguna forma con nosotros... No sé, a veces son hechos tan simples como que el día de tu cumpleaños haga sol después de haber estado lloviendo toda la semana.
No os he hablado de la media naranja de April. No lo he hecho porque, en realidad, es tal la cantidad de candidatos que rodean a la protagonista antes de que el libro se vuelva pasteloso, que al principio no se sabe del todo con cuál va a terminar. También es muy graciosa la forma en la que se desarrolla la relación con él, y el chico es un encanto, pero sólo hasta que empieza a transformarse en la perfección completa desde (casi) todos los puntos de vista.
Y después de una primera mitad bastante respetable y una segunda mitad tan solo aceptable, acontece el final. Para qué negarlo, pese a no ser una maravilla, me sorprendió. He de admitir que hay ahí un juego de palabras muy ingenioso.
En definitiva, recomiendo este libro a quien le gusten este tipo de historias, ni más ni menos. Una mezcla de amor, con una pizca de humor, otro tanto de tragedia, e incluso suspense, personificado en la figura del misterioso acosador al acecho (recordad lo de la cantidad de candidatos que mencionaba).
No me llama del todo pero tienes razón en lo de la portada, es una chulada.
ResponderEliminarUna pena lo de las faltas de ortografía.
Un beso!
A mí lo que más me llama también es la portada. La calificación de entretenido está bien tenerla en cuenta para cuando se necesite algo así.
ResponderEliminarUmmm.. lo de las faltas de ortografía es algo difícil de asimilar, sobre todo si es una constante porque nadie está exento de cometer alguna... La cubierta es preciosa eso sí, y la trama no me disgusta del todo. No sé qué hacer. Si la pillo, quizás la lea. Besos.
ResponderEliminarPues creo que lo dejo pasar... lo de las faltas... ais...
ResponderEliminarBesotes