Lo primero de todo: no suelen gustarme los ensayos; por tanto, no suelo leer ensayos, evito los ensayos, huyo de los ensayos. Por lo tanto este es un caso particular de lectura, un hecho insólito en mi historial de lectora que se ha producido debido a una serie de complejos acontecimientos en mi existencia relacionados con una compleja persona que ha pasado a formar parte de ella... De estas aclaraciones ha de deducirse que mi comentario respecto a este libro va a verse influido y manchado por mi no-gusto por los ensayos. Un ensayo, por regla-casi-general, no puede llegar a gustarme tanto como una novela y, por tanto, no podré cubrirlo de elogios. [Nota post-escritura-de-entrada: o eso creía antes.]
No obstante, y aclarado lo anterior, he podido leerlo.Y si he podido leerlo ha de ser por algo. Y si excluimos la posibilidad de que haya sido por miedo a la persona que me conminó a leerlo, la cual posee un porte y capacidad de liderazgo casi monárquica (y no, creo que no ha sido por miedo pese a todo), sólo se puede llegar a la conclusión de que el ensayo era interesante. Sí, incluso para mí.
La verdad es que no me he aburrido con él. Bueno, sí en algunas partes, pero al final se hace interesante. Hay datos alucinantes sobre la vida de los estadounidenses. Unos te hacen pensar que te gustaría vivir así, otros te hacen sentir una pena inmensa por ellos y dar gracias por vivir en tu bonito país. De verdad, muchos datos impresionan, y eso que el libro es de hace unos añitos (1996). ¿Estará ahora la cosa mucho peor?
En definitiva, Verdú expone la forma de vida estadounidense, sus ideales, introduciendo valoraciones personales. La idea que se me ha quedado de los estadounidenses es que son personas que se guían principalmente por el dinero (si algo no es rentable, descartado), que dedican su vida a obtener una buena posición en la escala social (y si para ello tienen que quitarse de vacaciones y de ocio, no pasa nada), y que van por individual. La estructura de la familia parece estar un poco destrozadita por la zona, y las relaciones entre las personas son mínimas y superficiales.
Seguramente se exagere un poco en muchos aspectos, y no todos los americanos y lo americano es igual ni mucho menos. Lo que sí pasa es que ahora cada vez que veo una película o serie me pongo a analizar si es americano, y si sé que lo es empiezo a buscar detalles que aparezcan en este libro. Así pues, parece que algo me ha hecho pensar. Un libro que afecta algún aspecto de tu vida tiene papeletas de ser un buen libro, según mis creencias.
¿Monarca absolutista, por ejemplo? No dejes que esa persona te influencie tanto, ni con todo su porte...jajaa.
ResponderEliminarLa verdad, es que yo leí ese libro hace un par de años, y me pasó lo mismo que a ti, te preguntas si en la actualidad las cosas serán así, si el autor habrá exagerado( que obviamente sí, ya que es una percepción humana sometida al error, dejemoslo en el perspectivismo de Ortega), pero me gustó. Los medios de comunicación te muestran el gigante americano de una forma muy diferente muy diferente a la del libro, el gigante americano es Dios. Con el ensayo de Verdú, las cosas cambian, son las perspectivas de una persona que ha vivido ahí durante tres años. Y bueno, en fin...el pensamiento sobre el gigante, que lo escoja cada uno...
es increible como 5 años antes del atentado del 11S, Verdú ya lo deja entrever en el libro, y como habla de ese "presidente que llegará a ser como una estrella de rock", leáse Obama.
ResponderEliminarYo lo suelo ir releyendo para no olvidarme de quienes mueven los hilos.
Verdú es muy visionario. En este libro intuye el atentado del 11-S y un presidente como una estrella de rock en el futuro, leáse Obama...
ResponderEliminarEntre otras perlas. Un libro qeu debiera ser la biblia del S.XXI
Luego de acabar este libro les invito a leer "el libro negro" de Pappini, en especial el capitulo que habla de los chinos, y ya nos cortamos las venas en grupo ;)